28 feb 2015

Carnaval de La Vega

Hoy ha sido el día grande del Carnaval Vegano, en La Vega, una pequeña población del Valle del Cibao, a 120Kms. de Santiago, donde todos los años se celebra  la manifestación más importante de su cultura popular con el pasacalle de los "Diablos Cojuelos", unos sorprendentes personajes que dan vida a demonios de enormes hocicos antropomorfos y terroríficos dientes. Cada domingo de febrero, por la tarde, los diablos salen a la calle armados con sus vejigas de res, golpeando a todos los que tengan expuesto sus "distraídos  culos". 
Como desconocía si podía encontrar donde alojarme este fin de semana allí, decidí acudir solamente a pasar el día y gozar de su célebre desfile. Así pues, una vez descansado en algunas playas del norte del país, me vuelvo a desplazar hacia el centro de la isla. 
Para salir de Cabarete el mejor y más económico medio de transporte es el MiniBus. Sólo me hizo falta esperar en el cruce de entrada al SurfCamp Cabarete unos pocos minutos para que pasara uno y subirme. En principio mi intención era apearme en Sosua, en la oficina de Caribe Tours donde tiene su última parada la línea del Norte, para desde allí subirme a una de sus guaguas climatizadas que hace el trayecto directo de vuelta a Santiago, pero el conductor del M.B. me dijo que desconocía los horarios de transporte de la compañía y que posiblemente no hubiera ninguna a esas horas. Así que me fié de él y continuamos el viaje hasta Puerto Plata (100P). Efectivamente, como era de esperar, a poco de salir de Sosua una de las guaguas de C.T. llegaba a su destino final. Estaba claro que querían asegurarse conmigo un asiento hasta P.P. aún sabiendo de la existencia de esas guaguas. Cosas del viaje!.
En poco más de una hora llegamos a Puerto Plata, el M.B. fue dejando a pasajeros en diferentes puntos de la ciudad hasta que me alcanzó a la estación de Caribe Tours con el tiempo justo de comprarme un boleto para coger la guagua, que precisamente llegaba de Sosua y que hace la ruta hasta Santo Domingo, parando también en Santiago.
La vuelta a Santiago fue tan rápida y cómoda como era de esperar. Dejé mis mochilas nuevamente en el Hotel Colonial y sobre la marcha subí a un Minibus de la compañía Transporte Pinar que está al lado del hotel y que hace el trayecto a La Vega cada 15 o 20min. (75P.), hasta las 8 o 9 de la noche. Una vez que la Autopista Duarte (o la Nacional 1) abandona la ciudad conduce a través de pequeñas poblaciones, campos de cultivos y vegetación. Como los cultivos dependen de las lluvias, que son abundantes, esta parte del país está considerada como el granero agrícola por excelencia de R.D.. Se cultiva arroz de riego y de secano, maíz, habichuelas, cacao, café, yuca, bananas, etc.. Su rico sistema hidrográfico compuesto por ríos de diferentes tamaños y cañadas propicia una irrigación adecuada de la tierra que facilita el cultivo de muchos productos agrícolas mas.
La Vega se encuentra en la parte Este de la región del Ciabo-Sur, entre las cordilleras Central y Septentrional. El MinuBus se detuvo en la Estación de la Avda. Pedro A. Rivera y sólo era cuestión de caminar hasta el Parque Duarte, como punto de referencia, para encontrar toda la esencia carnavalera de la ciudad. Como llegué a medio día, poco a poco iban acercándose a los vecinos. Así que me lo tomé con tranquilidad y curioseé por los alrededores haciendo tiempo hasta las 5 de la tarde, hora prevista para el comienzo del espectáculo. 
Comentan los historiadores que la primera fundación de "La Vega Real" la realizó Cristobal Colón en 1494 y que más tarde un terremoto la destruyó. Se volvió a construir nuevamente en varias ocasiones hasta su actual ubicación, y que las primeras manifestaciones de su carnaval se remonta a 1520 en lo que hoy son las Ruinas de la Vega Vieja, en ocasión de una visita de Don Fray Bartolomé de las Casas. Se tenia noticia que aquellos primeros habitantes se disfrazaban de Moros y Cristianos en una festividad religiosa y que han evolucionado hasta estos tiempos. Durante años el Carnaval Vegano mantuvo su expresión predominantemente españolizada, simbolizada en una expresiva teatralización, el baile de cintas y sus Diablos Cojuelos con trajes simples de satén de color rojo, amarillo, verde y con sus máscaras representativas del diablo medieval, andromorfo, con sus dos cachitos frontales clásicos, orejas grandes, boca abierta y dientes al aire, la cual fue posteriormente criollizada con barba de chivo. Esta dimensión pintoresca, herencia colonial, se transformará con la presencia afro, donde jugaron importante papel migraciones cubanas y los pobladores de los barrios populares de la Vega

El Diablo Cojuelo, un demonio con una historia oscura, desterrado a la Tierra a causa de sus travesuras infantiles. Al golpearse contra la Tierra se lesionó la pierna, de ahí su apodo "cojuelo". Aunque la mayor parte de las ciudades y pueblos dominicanos tienen su propia versión de este demonio, en todos se caracterizan por el uso de una máscara endiablada, un vistoso traje, cascabeles, una vejiga de res llena de aire que utiliza para golpear a la gente en las calles o un látigo para castigar a otros diablos. Es en 1947 cuando se hace tradicional. 
Hoy día el Carnaval de La Vega es considerado la manifestación más importante de su cultura popular y que más ha crecido en el país. Cada domingo del mes de febrero en horas de la tarde, los Diablos Cojuelos salen a la calle armados de sus vejigas de toro, golpeando a todo el que ose bajar a la calle, pero respetando a los que se mantienen en la acera o calzada. 
Los Diablos más pícaros van en busca del "culo desprevenido", es decir del vecino/a al que se le pueda golpear con una "bola" en el culo mientras está distraído. Es una continua repetición de acción. Y realmente pegan duro, y fuerte, y con mala leche!. Hacen daño. Lo que antes era una vejiga de res ahora es una bola de goma, o de corcho duro, envuelto en tela que utilizan de "lanzadera" sólo contra los traseros mientras lo tengan expuestos. No se puede golpear contra ninguna otra parte del cuerpo. Parece ser que eso le gusta mucho a la gente, sobre todo a los que están resguardados y esperando que golpeen a otros para reírse a carcajadas. Algunos se enfadan de verdad y llegan a pelearse. Y es que es un poco salvaje la forma de atizar con tanta rabia. 
Desde la tarde hasta bien entrada la noche, los gritos y el sonido de las vejigas se apoderan de las calles principales de La Vega. El centro de la actividad es la calle Padre Adolfo, el Parque de las Flores y sus alrededores, donde los diablos azotan a los transeúntes que los provocan o abandonan la calzada en un desfile de diferentes comparsas y grupos (más de 80) que van dando vueltas por esas calles al ritmo que marcan los grupos y las Carrozas musicales. 
Actualmente el carnaval vegano es el evento cultural más importante de esta ciudad que lleva el nombre del fértil valle que la sustenta y ha sido declarado Patrimonio Folklórico Nacional por la Cámara de Diputados
A mi no me gustó el sentido de este desfile, dando vueltas y vueltas por las mismas calles y pasando tremendo calor, al contrario que los trajes y las máscaras que son extraordinariamente hermosos y bien trabajados en papel maché y pinturas brillantes. 
Kioskos con bebidas, puestos ambulantes con comida, vendedores de bebidas frías... vigorizan a los asistentes hasta bien entrada la noche cuando la mayoría se retiran a sus casas y el resto con ganas de más jolgorio se concentran en los lugares acondicionados donde hay música para seguir su fiesta particular.

26 feb 2015

Surfeando Cabarete

La costa norte de República Dominicana está expuesta a vientos y fuerza de mar que proviene de los innumerables ciclones que atraviesan los EEUU.. Hay olas de calidad media para surfear y vientos buenos para deportes de vela como Wind' y Kite Surfing.

Desde Santiago se llega en 2h. a Sosua (por la Carretera Regional 25) con la compañía de guaguas Caribe Tour (160P) y desde allí otra más pequeña (autopista 5)  en 20min. a Cabarete un antiguo pueblo de pescadores que en 20 años ha dado un cambio radical a su forma de vida desde que fue descubierta por los amantes del mar (surferos y windsurferos). 
Y a esto me he referido en muchas ocasiones en HaitiDesde que un lugar es descubierto por mochileros en pocos años se convierte en destino de turistas adinerados. Sólo es necesario al principio que la estancia sea económica para que un lugar se haga famoso, se comience a construir una infraestructura turística aceptable y más tarde lleguen los "adinerados", el lugar evolucione y el país prospere. Pero si desde un principio los hoteles son caros apenas vendrán los primeros turistas. Y esto es lo que sucede en todo Haiti. No hay futuro próspero ni a corto ni a largo plazo por culpa del mismo hotelero que parece que solo está interesado en un tipo concreto de turistas: los ricos . Allá ellos!.
La carretera que discurre paralela a la costa atraviesa Cabarete dividiéndola en dos. Todos los hoteles, más de 50 restaurantes y tiendas están construidos próximo a ella, creándose un tráfico lento y en ocasiones peligroso durante el día.
El reciente crecimiento de la zona se evidencia por la cantidad de nuevas villas y condominios que se han construido frente a las playas.
Este antiguo pueblo de pescadores está lleno de vida, tanto de día como de noche. Localizado entre una bahía y una laguna potenciando su belleza es destino vacacional ideal para deportistas del viento (windsurfing, kitesurfing y surfing). Goza de gran popularidad a nivel internacional. 
Sus residentes alegres y agradables se dedican principalmente al turismo, insistiendo, a veces, excesivamente en complacer al turista.
Sus playas son su principal atracción turística que junto con los restaurantes de playa -algunos con mesas, sillas y camas chillout-, y los clubs deportivos de velas "sobre la arena" concentran casi toda la actividad económica de la zona. Sus precios son "europeos". El turismo es de calidad media, tanto jóvenes como mayores. La playa de arena blanca es larga y desde el medio día casi siempre se mete un viento fuerte ideal para sacar tanto tablas de wind' como kite'. Aunque ahora está catalogado como temporada alta hay muchas habitaciones libres en todos los hoteles, excepto donde me he quedado en Ali's Surf Camp un poco alejado de la playa de Cabarete, situado entre árboles y gran vegetación junto a una pequeña laguna, dentro del Parque Nacional El Choco, y fuera del agobio del centro activo. Estaba a rebosar de gente joven. Pude conseguir habitación sin baño (25$/desayuno+cena). Alquilar tabla de surf cuesta 20$/día con transporte en minibus hasta la playa el Encuentro, a 5kms..
Ésta playa es pequeña pero tiene varias rompientes de calidad media. Durante los dos días que estuve por allí a primera hora de la mañana había algo de viento malo para practicar surfing y sobre las 10 ya era mucho más fuerte, así que era el turno de las velas (kite-surfing). Normalmente el viento hace acto de presencia por la mañana con una pequeña brisa ideal para surfear. A medida que pasan las horas el viento gana en fuerza, siendo a partir del mediodía cuando las condiciones de navegación se optimizan para sacar las velas.
La temporada de olas comienza en septiembre y acaba en abril. Hay varios clubs que tienen sus propias casetas con todo lo indispensable para aprender a surfear. Allí mismo también se puede alquilar los equipos y pagar por aprender con un monitor.
Tanto en Sosua como en Cabarete hay gran cantidad de turistas de Vuelos Chárter o Low Cost con hotel incluido de vacaciones caribeñas.

23 feb 2015

Cruzando las Fronteras

Desde Cabo Haitiano varias compañías de guaguas hacen el trayecto hasta Santiago (1.200g.), en República Dominicana.
Utilicé Caribe Tours por su buen servicio y modernas guaguas. Compré el boleto de viaje el día anterior y cuando me presenté a la 7:30, media hora antes de la salida, entregué mi pasaporte y 20$. Sus empleados se encargarían de todo el proceso burocrático en ambas oficinas de las fronteras. Un bocadillo caliente, un zumo y una botella pequeña de agua compone el pack de bienvenida al vehículo.
Me dio mucha pena abandonar Haiti pero el precio de sus hoteles es un irremediable billete de salida del país para cualquier mochilero que quiera estar largo tiempo visitándolo. 
A través de las ventanillas se iban quedando atrás imágenes del caos circulatorio, de sus calles llena de gentío, de sucios puestos ambulantes, de edificios en estado precario...
La guagua, muy cómoda y bien refrigerada, llegó a Ouanaminthe (la frontera haitiana) por la Route Nationale 6 en menos de dos horas. Sólo tuvimos que bajar una vez para mostrar nuestras pertenencias al entrar en Dajabón (Rep. Dominicana).
Una vez pasada esta frontera observo el primer choque paisajístico: la llamativa diferencia principalmente en las casas -casi todas bien encaladas y pintadas- y en la escasa basura tirada por los arcenes de la vía pública.
La segunda ciudad que atravesamos fue MonteCristi, (repoblada inicialmente por familias canarias en 1533) cerca de la Cordillera Septentrional la cual influye, debido a su orografía, en la climatología de la zona, con muy poca lluvia y temperaturas más altas, lo que ocasiona un clima semi-árido, agreste y caluroso. La vegetación más característica son plantas xerófilas. El paisaje es bastante seco como lo es el aire también. El Cambrón, un árbol originario de África se da mucho en esta parte de la isla, y es el que más se tala para hacer carbón. 
A lo largo de la Autopista Duarte el paisaje es cambiante. Los bosques de cactus y arboles espinosos son particularmente las principales escenas rurales, aunque en ocasiones se observan terrenos con mucha vegetación. Las enormes plantaciones aparecen en mayor escala, evidenciado por la gran cantidad de maquinaria agrícola y la amplitud de terrenos. El cultivo de arroz domina el paisaje, hay plantaciones de caña de azúcar, tabaco, bananas y otros frutos, y donde no hay canales de riego, serán los cactus o las plantas de madera dura. Y finalmente se entra en zonas extensamente verdes. 
La primera de las estaciones de guaguas de C.T. de las dos que dispone Santiago más cercana abarrio colonial, lugar donde me quiero quedar, se encuentra entre las avdas. 7 de Febrero y Las Américas. Al no encontrar Moto-Concho (Moto-Taxi) alguno en la estación, no tuve otra elección que coger uno de los taxis (150P) que allí esperan a los pasajeros.
Me he quedado en el hotel Colonial (655P), donde se concentran algunos hoteles económicos (se hospedan muchos haitianos), las sucursales de las principales tiendas de moda, comercios populares, supermercados, restaurantes, entidades financieras del país y varios pequeños Centros Comerciales.
Santiago de los 30 Caballeros a jugado un papel importante en la historia dominicana. Su emplazamiento en el corazón del rico y fértil valle del Cibao, elegido por Cristobal Colón en 1504, recibió mas tarde una primera colonia de cultivadores canarios que terminaron por instalarse definitivamente en su original emplazamiento a 6kms. de la actual ubicación, compuesto por Treinta Caballeros, confiriéndole una importancia económica capital: gran producción agrícola de café y caña de azúcar, explotaciones mineras, forestal y crianza de bovinos. 
Hoy día es una ciudad próspera, con más de 500.000 habitantes, que acoge a muchísimos haitianos para los trabajos de campo. Se les ve también vendiendo de todo por las calles santiagueras, y precisamente junto a la esquina del hotel Colonial se encuentra un mercadillo haitiano donde se apiñan un centenar de ellos buscándose la vida. 
La temperatura estos días no ha superado los 30º, y no varía mucho debido a que los vientos alisios tropicales ayudan a mitigar el calor y la humedad, haciendo que las condiciones de nublado persistan durante gran parte del año. Diciembre y enero son los meses más fríos (julio y agosto, los más calientes).
Esta segunda ciudad más importante del país, resulta interesante, goza de mucha actividad comercial durante todo el día, donde destacan muchos negocios chinos, los vendedores ambulantes apostados en medio de las aceras que gritan sus productos y los taxis compartidos que no dejan de claxonar en busca de pasajeros.
Si la arquitectura civil de una ciudad revela la riqueza de una cultura, aquí la época victoriana legó numerosas residencias de ese elegante estilo en el centro de la ciudad observándose también un Neoclasicismo europeo en algunas edificaciones como el Palacio Consistorial (1895). Aún quedan bastantes edificios de este estilo, muchos de ellos bien conservados que le da un atractivo encanto a esta parte de la ciudad, que me ha gustado en líneas generales, principalmente por lo sencillo que me ha resultado pasearme a través de ella.
Como punto de referencia para no perder la ubicación he tenido al Monumento a los Héroes (1944), una edificación cubierta principalmente de mármol con una torre de 70mts. de altura, ubicada en la cima de una colina en la parte E de la ciudad y que es visible desde casi cualquier punto de la misma.
Aquí los puestos de comida callejeros se caracterizan por los fritangos: empanadillas, tostones, pasteles de hojas de yuca, quipés, bolas de mandioca, salchichas, fruto del pan frito, pollo..., y son los restaurantes locales (Pica-Pollo), regentados por chinos, los que sirven las principales comidas rápidas en Santiago.
A los restaurantes de más calidad, con precios europeos, acude la clase más pudiente -que hay mucha- y están situados en otros puntos de la ciudad, como los alrededores de la avda. las Carreras o de la plaza de los Héroes de la Restauración.
El transporte es económico, principalmente el taxi colectivo (carros públicos) y las guaguas de líneas que siguen un trayecto predeterminado. No hay muchos Motoconchos (como en Haiti) y hay que buscarlos en ciertas esquinas donde están detenidos. Los taxis, cuando se viaja solo, no son baratos.
Santiago, atravesada por el río Yaque del Norte, es catalogada como "Ciudad Corazón" por su céntrica situación geográfica (Valle del Cibao), es centro industrial y agrícola, de gastronomía, del carnaval, del merengue típico y ciudad universitaria. También es el centro de la producción de cigarros del país, y en él están instalados varias de las más grandes e importantes fábricas.
Es capital del merengue, crisol de culturas: de Alemania el acordeón, de Bélgica el saxofón, de los indios taínos la guira, de África la tambora.
Las restricciones en el horario de ventas de bebidas hasta la media noche en los días entre-semana, hacen que los fines de semana sean los más concurridos en tarantines y en las salas de fiesta.
Había leído algo sobre el Carnaval santiaguero y como sabía que estaban de celebración y que este domingo era el último día, quería conocer cómo se desarrolla aquí, por eso mi gran interés en hacer la primera parada en esta ciudad.
El Carnaval de Santiago es muy particular y diferente de los demás carnavales del país por el uso de sus caretas tradicionales (y modernas) hechas de "papel maché" (mezcla de papel y almidón de tubérculos, como la mandioca o la papa), que fabrican sus vecinos.
Es una combinación entre cuernos de toro curvado hacia arriba (proviene de los días coloniales cuando se simulaban en en las calles de Jacagua, en la festividad de su patrón, lidias de toros en plazas improvisadas), una boca similar a la de un pato, sin labios ni dientes, ancha en la base y redonda en la punta, que dicen simulan la cara de un lechón y el hueco de los ojos en forma de rombo. Su pintura es de colores sólidos y muy brillante. Suele tener uno o más espejitos en la frente. Otros los adornan con mucha imaginación y arte, motivo que enfada mucho a los más puristas.
Los trajes de diferentes colores, muy bien adornados, tienen también una serie de espejitos. A todo el conjunto le llaman "Lechones".
Llevan varias vejigas de tripa de vaca o toro llenas de aire y un fuete (látigo) con el que atizan el suelo o el aire haciendo un colosal ruido. 
Cuentan los mayores que los primeros lechones surgieron como guardianes espontáneos y celosos de las comparsas, siempre delante de ellas, fuete en mano abriéndoles camino, cuidándolas de la enardecida y alegre muchedumbre que se anteponía a su marcha (de igual modo que algunos personajes que pude ver en Haiti), golpeándolas en ocasiones también con sus vejigas secas..
En 1795 ya habían Carnavales durante las fiestas patronales en honor a San Santiago y para el Corpus cuyas manifestaciones provenían desde los días de la colonia española. Al igual que en la ciudad de Santo Domingo, inicialmente el Carnaval se dividía en función de la estratificación social de las clases sociales existentes en Santiago, con bailes y representaciones en clubes privados por parte de los sectores pudientes y en las calles de los barrios populares, particularmente en La Joya y los Pepines, donde surgieron los "Lechones" y los "Pepines" disfrazados con coloridos trajes y atacándose mutuamente, siguiendo una larga tradición de vieja rivalidad entre ellos.
En muchas ocasiones se hacían daño entre ellos mismos creyendo que a quien se les pegaba pertenecía al otro bando. Así pues, para distinguirse surgieron las primeras variantes entre las caretas de los diferentes lechones: los pepineros llevan sus caretas con los chifles (cuernos) lisos, pulidos y enarbolados como los toros de lidias, y los de La Joya decidieron adornarlos con espinas o puyas de cambrón de vistosos colores.
Hoy día constituyen en el país una atracción siempre novedosa por la originalidad de sus líneas, por la técnica de confeccionarlos y por su decoración -aunque tiene algunos detractores por adornar excesivamente sus cuernos-, sin embargo en otras ciudades, como MonteCristi, se conservan las máscaras más primitivas, más toscas y más simples en su artesanía.
A todo esto, hay un concurso artístico anual de adornos de chifles. Se exponen estos días en la Casa de la Cultura junto a los atuendos tradicionales del carnaval santiaguero.
Santiago de los Caballeros es una de las ciudades antillanas donde siempre ha prevalecido un gusto irrefrenable por estas celebraciones carnavalescas. Desde el primer domingo de febrero, un desbordamiento folclórico inunda, como un torrente de alegría, sus calles, parques y paseos. Y se exhiben, como donde saben vivir realmente un Carnaval, los más estrafalarios disfraces populares, de extravagantes y pintorescas confecciones que representan a personajes en su mayoría ficticios, creados por la gran imaginativa del pueblo. Es la fiesta de los santiagueros en la calle sin distingo de clases, ni de posiciones, ni de colores. Aunque en las salas de bailes los porteros no consideren eso!. Los que tienen dinero acuden a fiestas o clubs privados y los menos afortunados se reúnen en las calles, e las mesas de los colmados (tiendas de comestibles) o en los bares, a comer, beber alcohol y oír música a todo volumen.
Tras la Restauración de la República (>1865) urge y se afinca en Santiago el gusto por los bailes de máscaras. Poco a poco enloqueció a las multitudes y las ha echado a las calles todos los años hasta estos días.
Varios días antes del desfile las calles principales desde la Monumental, donde se encuentra el enorme Monumento a los Héroes y la avenida de la Independencia  han sido engalanadas con marquesinas de empresas de bebidas, tarimas, entablados y palcos con sillas para poder ver pasar a los participantes. Hay que tener alguna amistad para conseguir un asiento y observarlos en primera línea.
En él participaron comparsas, muchísimos grupos vestidos de Lechones, Pepines y otros con los trajes más imaginativos, siendo presenciado por gran cantidad de gente en las aceras, pero sin vestir apenas nada alegórico, aunque muchos niños acompañados por sus padres sí que llevaban preciosos trajes. Algunos de ellos obrando sus primeros "fuetazos".
Simpáticos personajes aparecían entre la multitud que desfilaban este año como: el Roba la Gallina, un hombre extremadamente maquillado, vestido con traje de mujer, almohadas o sacos en su escote y amarrados en sus caderas y trasero exagerando las formas, carga un macuto o bolso supuestamente lleno de dulces para arrojar al público, aunque es donde se supone que escondería la gallina robada. 
Por su alto sombrero de copa negro, destacaba el Califé, un personaje vestido de frac negro y camisa blanca. La cara pintada de negro con bordes en los ojos y labios de blanco, en relación al negro africano y la esclavitud. Lleva un bastón y una güira para dar tono y más "sabor" a sus rimas, que grita como "la voz del pueblo" en poesía durante las fiestas para denunciar o criticar situaciones injustas, funcionarios del gobierno corruptos, etc..  Porta también un macuto para guardar los regalos recibidos en sus paradas tras recitar sus versos.
Se Me Muere Rebeca, una madre que retrata a la clase social baja con su hija enferma Rebeca (la representa una muñeca) que no puede pagar los medicamentos y sale a la calle a protestar a gritos como una loca su situación, mientras un coro de niños la sigue esperando que les obsequie con las golosinas que va pidiendo en los colmados y tarantines.
Los Indios, grupos de hombres y mujeres vestidos con el atuendo taíno o caribe, con plumas, arcos, lanzas y el cuerpo pintado.
Los Tiznados, otros grupos que pintan todo el cuerpo con betún y llevan faldas de rafia. Portaban a su "jefe de tribu" en una tarima o poltrona.
Y así muchos más que no tuve tiempo de controlar.
El mismo día en La Vega, famosa por sus Diablos Cojuelos, celebraba su desfile también. Me dio muchísima rabia perdérmelo aunque ya tenía conocimiento que el próximo fin de semana 27 de febrero, día de la Independencia (de Haiti 27/02/1844) y fiesta nacional de la República Dominicana realiza un vistoso y peculiar pasacalle. Así que allí estaré también ese día. Y mientras tanto, aprovecharé para ir unos días al Norte del país y visitar un destino surfero por excelencia como es Cabarete, cerca de Puerto Plata, a pocos kilómetros de Sosua. Si tengo suerte podré surfear sus olas alquilando alguna tabla a los locales de la playa.

20 feb 2015

Kanaval Nasyonal en Cap Haitien

Desde Mirebalais a Cap Haitien no hay transporte directo. Los MiniBuses que vienen de Puerto Príncipe atraviesan la ciudad y continúan hacia CH. ya que es muy raro que alguien baje y deje libre una plaza para que otro pasajero siga el trayecto.
Así pues, tuve que coger un MotoTaxi "compartido" (250g.), es decir, ir con otro pasajero más!. Tres montados en moto y mis mochilas por la Nacional 3, que se encuentra en esta parte del país en buen estado, hasta Hinche (90Kms.).
El paisaje es espectacular en el momento que la carretera serpentea ascendiendo en altura desde la represa del hermoso embalse Péligre -creado al final de 1950 para la construcción de una central hidroeléctrica- hasta la Meseta Central donde la espesa vegetación salvaje crece lejos de la mano y de la destrucción del haitiano. El olor a campo y el limpio ambiente es extraordinario nada más salir de cualquier núcleo urbano. Otras zonas, por el contrario, sí que están totalmente esquilmada y apenas quedan algunos árboles. Muchos venden enormes bolsas de carbón al borde de la carretera. Al ser época seca poca agua corre por los ríos que atraviesa la carretera. Allí siempre se ven mujeres lavando la ropa en sus orillas.
Quería quedarme en Hinche al menos un día para visitar Bassin Zim ya que a tan sólo 8kms. se encuentra esta hermosa cuenca, una de las cuatro que divide esta parte de la isla, alimentada por una cascada que fluye desde una altura de 20mts. También hay cuevas con pictogramas de la época de los primeros habitantes de esta mística y atractiva zona. Pero el problema para acceder a estos encantadores lugares es su nefasta carretera que habría que arreglar para la promoción de toda esta parte del país, algo que llevan demandando desde hace mucho tiempo sus habitantes.
Hinche me pareció otra ruidosa ciudad como todas aunque también tiene su lado atractivo de casas de madera, o de ladrillos, con techos corrugados de metal y calles adoquinadas bastante limpias donde sus vecinos se reúnen en la puertas de sus casas a charlar o arreglarse el pelo. Una enorme catedral de blanco deslumbrante la preside.
Tan sólo disponía de un día para hacer la visita ya que perdí otros dos por culpa de las diversas manifestaciones que hubieron en Puerto Príncipe teniendo que esperar en Jacmel que concluyeran y dejaran libre el tráfico de vehículos, pero ya me parecía un poco agobiante volver a contactar con cierta prisa con otro MT. para realizar la incursión con prisas. 
Tras conocer que Cap Haitien tan sólo se encuentra a tres o cuatro horas, y viendo que no era aún las 10 de la mañana, decidí continuar hasta allí y ya con más tranquilidad prepararme para controlar los días previo al despliegue de su particular  Kanaval National, que está al caer esta misma semana.
Desde Hinche el único transporte en condiciones aceptable es el TapTap, una Camionet tipo ranchera 4x4, pero hay que esperar que se llene para que salgan. La que me tocó subir estaba en muy mal estado. Junto al puente del río Guayamouco se encuentra la parada y durante casi tres horas tuve que esperar que se fuera llenando lentamente, mas otras tres horas y media de trayecto por una carretera (o camino) de piedra y tierra en muy mal estado, a una velocidad media de 30km/h..
Comenzamos a través de paisajes llanos cambiantes en el mismo corazón de una tierra seca en contraste con atractivas colinas empinadas repleta de vegetación. Varios polvorientos poblados al margen de una carretera agrietada, llena de piedras y baches indica el continuo tráfico que circula por ahí. El paisaje se va haciendo cada vez más bello según se va atravesando sus altos montes y profundos barrancos. Nunca pude imaginar que pudiera haber tanto bosque tropical en esta parte de la isla, hasta que llegamos atardeciendo a la entrada de Cap Haitien. Enseguida da a entrever qué se puede uno encontrar aquí. 
Resguardada entre altos montes, una bahía muy sucia y vetustos edificios, las calles se dividen como si fueran cuadrículas. Las paralelas al mar se designan por letras y las trasversales por números, herencia americana cuando en 1915 la invadieron y controlaron durante años, ya que no podían pronunciar sus nombres en francés.
Originalmente fundada y diseñada por los franceses, se la podía considerar como "el París de las Antillas". Durante esa época colonial fue una próspera ciudad caribeña y aunque su grandioso esplendor decayó hace mucho tiempo aún mantiene una muy relajada atmósfera.
Me quedo en el vetusto hotel Akensa Plaza.  La entrada da tremenda grima pero una vez que se accede a la tercera planta donde están las mejores habitaciones todo cambia. En el recibidor tienen escrito en una hoja pegada con fixo en la pared "50$ una persona o 60$ dos". Pude conseguir la habitación en 35$ al asegurarles que me quedaría varias noches. La habitación, en la tercera planta, está junto a una gran terraza que, aunque no se llega a ver la calle plenamente, tiene unas vistas plenas a los montes (la mayoría desmesuradamente poblados de infraviviendas sin encalar ni pintar -bidonvilles-), a los tejados de las casas y algo de mar porque se encuentra cerca del muelle. Tiene baño interior, una Tv que sólo se ven dos canales, y ambos muy mal sintonizados, y climatización. Es limpia y amplia. En África no costaría ni 10$ la noche, pero esto es lo que hay en este país.
Un paseo por sus calles ya me indicaba lo que me podría encontrar: principalmente seguridad!, ya que siempre hay gente muy amable sentada en las puertas de sus casas y jóvenes jugando a la pelota o reunidos en las aceras, vendedores ambulantes que anuncian sus productos a gritos o señoras vendiendo comida para llevar en las puertas de sus casas, diferentes músicas que salen de cualquier vivienda o negocio. Esta parte de la ciudad me recuerda mucho al barrio viejo de La HabanaAfortunadamente el servicio de recogida de basura, que aunque es escaso, mantiene la ciudad algo más limpia de lo que es normal en este país. 
A pesar de su poca iluminación y que algunas calles tienen incluso alcantarillas sin tapas, me encuentro entre una agradable selección de arquitectura de mitad del s.XIX donde destacan edificios comerciales con altos corredores que ofrecien bastante sombra, puertas y ventanas alargadas, con las primeras plantas diseñadas para ser residencial donde destacan amplios y decorados balcones. 
Cerca un muy animado y bullicioso Marché de Fer, inspirado en el de Puerto Príncipe, es el centro de la actividad comercial y donde parece que hay más vida en los puestos instalados fuera que en los de dentro. 
Al otro lado del barrio, una extraordinaria Catedral (Notre Dame) en la que destaca sus enormes cúpulas -que puedo ver desde mi habitación-, con una amplia plaza central (Place d'Armes) en la cual, en 1793, se anunció la proclamación de la emancipación de los esclavos haitianos. 
Varios escenarios se han montando para el Carnaval en sus principales calles. 
El Bulevar del Mar con alineados cocotero recorre desde el puerto parte de su playa que ha sido comida por escombros y un pequeño malecón donde sólo rompen las olas hasta la terraza del hotel Jardins d'Ocean. Varios pequeños hoteles se han instalado también allí. Es una lástima pues podría estar todo en mejor estado ya que es un espacio atrayente y muchos residentes lo utilizan para pasear o hacer deporteHay algunas salas de fiestas y bares que suelen tener algo de animación, principalmente en horas nocturnas, pero más ahora en Carnaval que celebran conciertos. He pasado una semana en esta ciudad que es relativamente grande pero muy sencillo desenvolverse en ella.
En Au Kap (Cap Haitien) también hay un Carnaval importante y estas fechas son la mejores del "Karnaval Nasyonal" para disfrutar de él. El viernes, el domingo y el lunes se celebraron diversos pasacalles. Muchas agrupaciones participaron desfilando por sus principales calles, al borde de las aceras se iban sumando los vecinos y según pasaban su banda Rara favorita se unían a la comitiva. Enormes vehículos con música en vivo animaban también a sumarse al mogollón.
El viernes se llevó a cabo un primer gran desfile de grupos (defilé) bastante bien vestidos, muchas máscaras y pinturas. Aunque al comienzo la dirección fue un caos -no se ponían de acuerdo para distribuir a los grupos-, los participantes se lo tomaban con cierta paciencia -algo que siempre falta en Haiti-, a pesar de que algunos descerebrados pretendían traspasar el desfile con sus vehículos, o que se apartaran "por sus cojones" porque no querían hacer un rodeo o esperar que avanzara el desfile. Y eso sucedía fijo en todos los puntos del recorrido. Son muy brutitos algunos.
Los curiosos se fueron sumando poco a poco y ya anocheciendo una gran multitud seguía a las bandas Raras bailando y cantando sus melodías hasta la Place d 'Armes, donde había instalado un escenario y allí todo concluía. Muy cerca, la música de un bar que tenía mesas y sillas en la calle animaba a todos a bailar mientras no paraba de vender cervezas bien frías. Muchos siguieron bailando hasta las tantas y otros simplemente paseando y comiendo en los puestos callejeros junto a la Catedral.
El domingo y el lunes hubo pasacalle pero menos participativo. Lo que estuvo siempre muy animado fueron los escenarios instalados en las calles adyacentes a la catedral. El de la Plaza fue el más animado, con música hasta muy tarde.
Desafortunadamente un incidente de una carroza en la capital que arrastró un cable de alta tensión produjo al menos 16 muertos y más de 70 heridos. El presidente anuló el Martes de Carnaval por duelo nacional y ahí se acabó definitivamente el Carnaval haitiano.
El martes estaban todos llamados a hacer una vigilia con velas y vestidos de blanco en todo el país. Aunque no fue en Cap muy participativo, en la televisión se podía ver en directo la enorme multitud de gente que en PaP. se unió a la triste manifestación.
Una ineludible visita en esta parte del país es al Parque Histórico Nacional "El Palacio Sans-Souci y  Ciudadela Laferriere", enclavados en Milot, un poblado en las faldas de unos hermosos montes y considerado por los haitianos como la octava maravilla del mundo.
Milot se encuentra a media hora en MT (150g.) o una hora en TT (20g.).. La carretera está en buenas condiciones, el pueblo es pequeño y algo coqueto, con filas de casas humildes -algunas en muy buenas condiciones- y casas de chapas a lo largo del par de calles que la atraviesa.
 La entrada al complejo está al otro lado junto a las montañas. Hay que pagar 5$ 225g. para tener derecho a ver ambas edificaciones. Se compone del Palacio Sans-Souci y la Citadelle Laferriere -con las edificaciones de Ramiers-.
El primer lugar al que se accede es el Palacio, residencia real del rey Enrique I (más conocido como Henri Christophe, ex-esclavo y líder clave durante la rebelión de los esclavos haitianos contra los franceses), que se autoproclamó rey -negro- de la isla, al conquistar Haiti su independencia convirtiéndose en la primera república negra -libre- en la historia de las naciones.
Su construcción comenzó en 1810 y concluyó en 1813. Todo lo que queda son partes de altos muros de ladrillos de terracota rojos con sus relieves y columnas dóricas falsas, habitáculos derruidos y escaleras hasta la primera planta. El edificio está si techos. El suelo erosionado por la vegetación, las cabras y los niños. Los canales de agua que descienden de la montaña aún siguen ahí. Pasaban por debajo de la estructura haciendo la función de climatización.
El acceso a la fortaleza es mediante un camino de piedra bien conservado. Se puede ir en caballo, en MT. o a pie, como hice yo (2h,30m.). Los menos deportistas pasan de caminar y prefieren la moto, o el caballo que están en bastante malas condiciones y cuando llueve se resbalan. Por ello utilizan dos guías, el dueño que tira de él y el acompañante que desde la parte trasera arenga al cuadrúpedo a caminar.
Se pasa por varios conjuntos de viviendas casi escondidas entre la verde vegetación donde es posible comprar agua y se llega al "Segundo Parking", donde se encuentra el poblado Choiseul. Allí otra oficina controla los tickets de acceso, los vecinos venden bebidas y hacen de comer. Buen sitio para descansar tras la caminata, dicho sea de paso. De suerte que el día estuvo nublado y no hizo mucho calor. Desde ahí hasta la Citadelle es 10min. más a pie.
La Citadelle (o Fortaleza Sans-Sousi) es la más grande del hemisferio occidental y fue mandada construir tambien por Henri Christophe entre 1805 y 1820 sin llegar a terminarse debido a su suicidio.
En su desproporciona y delirante super-estructura de piedra llegaron a trabajar hasta 20.000 trabajadores esclavos libres cargando enormes bloques de piedra de las colinas cercanas y cimentados, dicen, con una mezcla de cal y sangre de buey.
La ciudadela estaba destinada a repeler cualquier nuevo intento de invasión francesa. El enemigo nunca regresó. Más de 200 cañones apuntando en galerías de defensa hacia los cuatro puntos cardinales se mantuvo en silencio toda la vida.
Laferriere es una ciudad laberinto construida "entre el cielo y la tierra" ( 900 mt.) para ser inexpugnable, con sus dos únicos puntos de entrada en un área de 8.000m2. Disponía de una guarnición con capacidad para miles de soldados distribuidos en 6 plantas. Los techos estaban diseñados para recoger el agua de lluvia para el caso de asedio enemigo.
Paradógicamente, su dictatorial reinado (para muchos) reprodujo el patrón de los colonos blancos que acababan de ser expulsados Haiti, -se basaba en una nueva nobleza (élite negra) conquistada por los esclavos con un sistema semi-feudal, con asignación de tierras- lo que provocó que se le sublevaran, terminando pegándose un tiro en la cabeza (1820).
Ahí quedó su obra, abandonada con el paso del tiempo tras un temblor de tierra en 1843 dejándolo en un estado precario. La vuelta la hice en TT. (20g./1h.).