8 abr 2015

La Semana Santa y el Carnaval Cimarrón

El mismo día que llegué a Pedernales pregunté a los guagüeros si el Viernes Santo funcionaría normalmente el servicio de transporte y me dijeron que no tendría problema alguno porque habrían guaguas hacia Barahona y Sto. Domingo.
Cuando acudí el viernes a la Parada sobre las 9 de la mañana para confirmar la hora de salida de la siguiente guagua de vuelta a Barahona no había ninguna en ese momento y varios guagüeros me comentaron que no había transporte por tratarse de un día feriado (festivo) que nadie trabaja!. No me lo podía creer. Nuevamente volvía a encontrarme en una situación que me recordaba a otras bastante parecidas en otros viajes: las informaciones erróneas/contradictorias de la gente!
Supuestamente, al menos desde Sto. Domingo, debería de llegar alguna si aparecieran los suficientes pasajeros como para "arrancar" la guagua. Y lo mismo sucedería en Pedernales, que retornaría si se llenase.
Pero como todo el mundo aquí habla mucha "mielda" no tuve mas remedio que acudir en varias ocasiones durante par de horas para controlar in situ si había llegado alguna. De suerte que la Parada está a 200mts. donde me había hospedado, ya que no me apetecía nada estar sentado ahí solo pasando calor.
Al final sí que aparecerían varias guaguas, así que a las 11:30 salimos casi llenos porque muchos pasajeros fueron llegando unos 30 minutos antes de la salida de ésta. Sí había transporte, como todos los años aunque menos que otros días, y los vecinos lo sabían!
Costumbres!
Nada más salir nos detuvimos en el edificio del Ejercito Nacional (Fortaleza de Barahona) para pasar el control de pasajeros (inmigración y contrabando, entre otros objetivos). Varios haitianos tuvieron que sacar sus pertenencias y quedarse allí retenidos por no tener la documentación en orden, según el oficial que nos controló a todos.
Nuevamente de vuelta pasamos por los diferentes poblados turísticos locales como Los Patos, Paraíso, San Rafael, Bahoruco... donde se encuentran las playas -de piedras- y balnearios públicos (correntias de ríos con pequeñas piscinas artificiales para bañarse) en los que se puede dejar los vehículos "parqueados" con comodidad y cercanía. Estos días feriados se amontonan los dominicanos como "abejas en un panal" disfrutando -a su manera- de esos atestados lugares con diferentes músicas bailonas a atronador volumen y mucho alcohol.
Y voilà, durante el trayecto pude ver pasar muchas guaguas con pasajeros hacia Pedernales y otras localidades.
Una vez llegado a Barahona, me dirigí a la Parada de los minibuses que van a Cabral. En esta ocasión la ciudad estaba totalmente tranquila, sin tráfico ni ruido de claxon. 
Me resultó llamativo que siendo Viernes Santo, muchos Pica-Pollos estuvieran abiertos vendiendo pollo!. Carne en Semana Santa? Vaya sorpresa!. Unos pocos puestos del mercado también estaban trabajando, y eran vendedoras bastante mayores. Se quejaban que ese día no habían vendido como otros años. Me llamaba la atención igualmente oír música que provenía de algunos comercios también abiertos y de coches que pasaban -supongo que con dirección a alguna playa- repletos de gente. Ya no se guarda la estricta tradición del "santo silencio" en un día tan señalado para las comunidades cristianas del país. Había leído que R.D. es un país muy cristiano, que se abstenían de comer carne en este día y todos respetaban el silencio, pero he visto que ya nada de esto sucede, al menos por donde he pasado.
Una vez instalado en mi habitación del hotel K'Nero (700P) en Cabral, que ya tenía rservada,  salí en busca primeramente de información a cerca de la programación del fin de semana y nuevamente tuve la suerte de encontrarme con alguien importante en la celebración del Carnaval Cimarrón de esta comunidad (que data desde la época de la colonia), encargado de Cultura del Cabildo Municipal y representante de las Cachúas de Cabral, el Dr. Leónidas Temistocles Feliz (Temito, como le gusta que le llamen).
Pertenece a una de las familias más ligadas tradicionalmente a la cultura y al Carnaval cabraleño. Junto a su hijo y algún sobrino tiene también un taller de caretas y fuetes (látigos) de Las Cachúas donde imparte técnicas para su fabricación a los más pequeños para que la tradición florezca y se mantenga viva en el tiempo. Estuvimos charlando detenidamente acerca de esta celebración. Durante estos días ha montado un puesto de artesanía cachúa (caretas y fuetes) frente a su casa y me mostró como él las fabrica.
Las caretas y ropaje cachúa tiene mucho que ver con las de los Diablos Cojuelos, muy común en los diferentes carnavales dominicanos. La vestimenta tradicional en Cabral se compone de:
una careta con dos cachos (cuernos) en la parte superior, realizada completamente con papel maché, moldeada previamente en barro o escayola al que se le va pegando con almidón (harina de trigo) trozos de papel en múltiples capas hasta darle el grosor y la forma de la figura ideada (cara de animal, ave, diablo...), expuesta al sol durante unos días para su correcto secado, acabada con una última capa de papel crepé de colores intensos y barnizada finalmente para darle brillo y protegerla. Algunas están adornadas con muchas tiras de papel vejiga de colores simulando una larga cabellera.
Como arma amenazante, un fuete (látigo) hecho de cuerda trenzada (sisal o cabuya) y teñido en diferentes colores, fijada a un palo. Llega a adquirir un papel central en la celebración.
El traje está confeccionado con recortes de telas, de una sola pieza (overol) cubriendo todo el cuerpo, con una especie de alas de murciélago a los lados que se abren al levantar los brazos (representa a los cazadores de esclavos que "como espíritus del mal, actuaban en la oscuridad de la noche en el tiempo de la insurrección, en la guerra de liberación"). De la parte trasera cuelga una capa de color que representa a su grupo o banda preferida -blanca, negra, azul o malva- con una cruz negra (o de otro color en algunos casos). No son vistosos ni costosos, pero sí originales. 
El significado de esta indumentaria tiene muchas interpretaciones y los estudiosos no se ponen de acuerdo. Con lo único que coinciden es que el látigo simboliza la libertad de los esclavos frente a los escarmientos que les infligían los amos con su uso. Si su origen fue para controlar a los animales grandes, con la llegada de esclavos sería principalmente para castigarles. Desde sus inicios las cachúas han simbolizado el miedo y el terror. Son la encarnación de la "tensión entre la libertad y la esclavitud", son diablos armados que representan al esclavista y al colonizador. 
Lo cierto es que una vez comenzada la revolución y logrado liberarse de los blancos, los esclavos persiguieron y asesinaron a sus amos, quemaron los campos de cultivos y se quedaron con sus tierras, unas tierras que sólo ellos con su sudor, su sangre y sus vidas habían conseguido hacerla próspera y por ende enriquecer descomunalmente a sus dueños (y a Francia, y a España...).
El látigo en las manos de las cachúas y los civiles son, a la vez, signo de explotación, sumisión y resistencia. En este sentido, las cachúas no sólo encarnan el espíritu demoníaco del dueño de los esclavos y representan a los rebeldes, sino que también son diablos sufridores heridos por el peso de las acciones de esos otros demonios o "esclavos leales" que obtenían su libertad al capturar esclavos fugitivos y por ayudar al maestro a castigarles.
Así mismo, los diablos cojuelos (cojos) representan a aquellos abusados por el colonizador. 
En Cabral, el uso del disfraz de las Cachúas se pierde en la memoria aunque, con características similares, ha sufrido importantes cambios debido a la influencia de los religiosos. Estos sencillos disfraces y máscaras artesanales no son cuidadosamente elaboradas como ocurre en otros carnavales. Cada cual consigue hacer su propia máscara y su propio disfraz. Para algunos es suficiente un trozo de tela al que le hace tres agujeros donde sobresaldrá sus pupilas y la boca. Otros, como en Haiti, con viejas indumentarias disfrutan tanto o más que aquellos que llevan vistosos y coloridos disfraces (que los hay!). La gente se integra, tanto los que participan como los que no quieren vestirse -que son la gran mayoría- y que prefieren observar los acontecimientos al borde de la acera, o en las puertas de sus casas. 
El disfrazado se transforma con su rostro tapado, siente que el aura se centra en él, la música la hace suya, penetra en sus sentidos, va bailando con alegría y disfruta de su momento. Con el rostro tapado hace lo que no hacía, es parte de él, de su ritual, de su vida y le produce sensación de poder con el fuete
También se celebra en otras comunidades de la provincia pero no son tan resonados como éste. Las Cachúas del Cabral ha sido declarado Patrimonio Folclórico de la Nación dominicana  por la Cámara de Diputados de la República Dominicana.
La celebración del Carnaval Cimarrón no tiene un significado comercial, ni atractivo turístico, ni es estético, pero la gente de todas las edades participa de manera entusiasta y disfruta a su manera de la celebración. Aunque en muchas ocasiones los encuentros llegan a ser bastante violentos entre los diferentes grupos que dirimen sus diferencias a golpes de fuetes.
La fiesta no es sólo baile. La gastronomía de este pueblo es riquísima, desde el pan de mijo (Arepa), Habichuelas con dulce, la Viejaca (Tilapia) frita con coco o salcochada (sancochada), el Mango pechito, la Caña negrita, el dulce de coco..., así como litros y litros de cerveza Presidente y ron Brugal!.
Cabral es un pueblo rodeado de excelente producción agrícola donde se da muy bien la Auyama, la BatataCaña de azúcar, Frijoles, Guineos, Maíz, Yuca, Coco, Mango, Melon, entre otros.
En Viernes Santo hasta las doce de la noche los bares y colmados no pueden poner música, así que todos nos reunimos en la Plaza Central (Parque de los Trinitarios) bebiendo y comiendo en los puestos callejeros hasta que llegara el momento del jolgorio.
Como todos los años los niños, que son los primeros en lanzarse a las calles a partir de las 12 de la noche látigo en mano, permitieron que fuera Temito el que diera el primer "fuetazo" para dar apertura al evento folclórico cultural más emblemático del pueblo de Cabral y de la región suroeste.
A las doce en punto sonaba el foetazo oficial, preludio de la gran invasión de Cachúas por las calles del pueblo y la música comenzaba a "atronar" por los aledaños de la plaza. Los niños, los más entusiastas, y los mayores comenzaban a dar fuetazos por las calles. Hay que estar atento porque quien no esté vestido podría recibirlo en los tobillos. Muchos se enfrentan en una amistosa batalla para ver quien es más técnico en ese tradicional ejercicio. Es imprescindible tener buena práctica para "repiquear" con el látigo ya que es fácil hacerse daño así mismo. En algunas luchas han habido lesiones oculares incluso con pérdida del mismo.
A primera hora de la mañana del Sábado Santo se veía nuevamente a niños y mayores exhibiendo sus cualidades y haciendo tremenda bulla con los fuetes a través de las calles. La plaza central se convertiría en centro de los encuentros. A medio día, las cachúas salen a buscar "civiles" (los que no están vestidos con máscara pero tienen también un látigo) y a otras cachúas para darse fuetazos o para puntear (pelear a latigazos). Muchos demuestran su valentía exponiendo sus cuerpos a los latigazos, aguantando el dolor con indiferencia. Se golpean los tobillos, muslos, traseros y espalda. Nunca en la cara ni en la cabeza. Hay unas normas establecidas de respeto a la forma de puntear. Y se mantiene.
Durante la tarde se desarrolló el desfile por la calle principal hasta la Plaza donde estaba instalado el escenario, aunque en esta ocasión, según los vecinos, participaron menos grupos que otros años. Acudieron varias Comparsas, los Pintaos, Diablos Cojuelos, Cachúas, Indios, Monos de Simonico, la Roba Gallinas...
Fue más de lo mismo, como todos los pasacalles del Carnaval del país, salvo que los diferentes grupos de jóvenes pertenecientes a distintos barrios se enfrentaron a violentos foetazos. En Cabral hay cuatro bandas principales y se reconocen por el color de sus capas. Blancas, Negras, Azules y Malvas. Como consecuencia de un fallecido hace meses, la banda Negra, la más violenta por poseer pistolas que las consiguen algunos agentes de policías que militan en ella, se le ha prohibido la participación este año en la fiesta.
Corrieron unos tras otros para darse bien fuerte. Aunque en ningún momento llegaron a las manos porque sus normas de lucha en todo momento las respetan.
He podido observar a varios vecinos que tienen cicatrices en la cara y a algunos le falta algún ojo. Es el peligro que esto conlleva. Las violentas luchas que suelen darse en muchas ocasiones producen heridas abiertas. La revancha está a la orden. Otros años se han lanzado hasta piedras!.
Hay muy pocas mujeres en las bandas pero ellas también dan fuerte y tienen estilo con el fuete.
El jolgorio en la calle duró hasta bien entrada la noche. Conciertos y actuaciones en el escenario, Djs., la música de los bares, varios vehículos aparcados junto a la plaza con los altavoces sobre el techo -que casi siempre superaban los decibelios de los locales de bebidas- o la discoteca D'Rumba que se encuentra frente a la plaza funcionaron y animaron muy bien a la gran cantidad de gente que por allí nos encontrábamos.
El domingo de Resurrección, las cachúas, fuete en mano, se enfrentan con otras cachúas y nuevamente con "los civiles" que, vestidos con ropa de calle, representan las energías negativas. 
A medio día se notaba menos gente por las calles ya que muchos desde por la mañana habían comenzado a retornar en guaguas a sus residencias. El resto de paisanos, los que querían disfrutar del excelente tiempo, se acercaron a la represita o a uno de los ríos que por este pueblo pasa. Agua refrescante, sol, cerveza y baile en los colmados.
Por la noche nuevamente, aunque ya con menos gente, nos reunimos en la plaza a escuchar música, pasear alrededor y comer en los puestos callejeros que allí estaban instalados para estas fiestas. Las luchas a fuetazos continuó hasta muy tarde.
El lunes, el día grande, comenzaba con el tradicional encuentro de todos los participantes. Sonidos estridentes por todo el pueblo, causado por los latigazos, se dirigieron hacia la plaza donde se encontraba Primo, el muñeco de paja vestido de Cachúa encaramado sobre un obelisco, para desde allí comenzar el pasacalle. Éste representa a Judas, una vez que la iglesia transformó la antigua costumbre de flagelar al muñeco que representaba al colono blanco y sustituirla por el apóstol traidor que reveló a los miembros del Sanedrín el lugar donde podían capturar a Jesús durante la última cena.
Una vez bajada la figura y aupada sobre los hombros de uno de los participantes comenzaron a desfilar en procesión por todo el pueblo, visitando los diferentes barrios que lo componen. Se pararon en el campo de béisbol para invitar a la "banda negra" a un encuentro de bandas y público en general. Fuetazos al aire para limar asperezas, pero inmediatamente éstas se retiraron por tener prohibida su participación este año en el desfile.
La marcha continuó hasta el cementerio municipal donde, como todos los años, subidos encima de las tumbas comenzaron a dar fuetazos al aire en honor a las cachúas fallecidas. Tras un pequeño discurso de Temito recordando la historia de las Cachúas de Cabral, allí mismo quemaron al "Judas", ante la atenta mirada de todos los que nos encontrábamos observando el evento, mientras parte de los vecinos gritaban: "Juá, Juá, Juá, eh, lo mataron por "calié". En ese momento lo arrastraron hacia la calle y continuaron a fuetazos hasta destrozarlo.
El significado del muñeco apaleado y quemado dicen que se remonta a tiempos de la liberación de los esclavos cuando se golpeaba tradicionalmente la figura del "colono" como evocación de aquella heroicidad. Pero la transformación por un "Judas" ha podido ser otro de los cambios torticeros realizado por los religiosos de la época, al ser algo humillante en aquel momento para el recuerdo de los blancos.
La figura de Judas o el Calié, es un espía y chivato que representa al colonizador blanco y al negro o mulato traidor, no sólo durante la esclavitud sino también durante los tiempos del gobernante republicano R. Leónidas Trujillo (1930-1961), cuando "calié" se utilizaba para definir al "chivato" a su servicio durante la dictadura (en Cuba se usa también para señalarlos). Hoy día esta "Quema del Judas" conmemora el triunfo de la vida sobre la muerte, del pueblo sobre el tirano, de la injusticia sobre la opresión.
El punto final de la celebración lo pusieron a las 8 de la noche dos de las bandas cuando todos regresamos a la plaza. Habían pedido a Temito un enfrentamiento a fuetazos de cuatro contra cuatro. La lucha fue tan violenta que, como era de esperar, terminaron las dos bandas completa peleando en medio de la plaza. Actuó la policía nacional como tenían preparado y esperando cualquier mínimo enfrentamiento multitudinario para tirar sus caducados y deteriorados botes de pimienta y disparar balas al aire como tan acostumbrados están. Ya desde la tarde algunos policías estaban introduciendo pimienta en botellas de plástico de refrescos presto y dispuestos para apretar el envase, como en algún momento sucedió en medio de las calles, con o sin intención, pero afectando a algunos viandantes que estaban esperando que pasara el desfile.
Todos huimos de la plaza ya que lanzaron tres botes de pimienta sin tener en cuenta que había más de dos mil personas reunidas disfrutando del evento. Mayores y pequeños, incluso recién nacidos en brazos. No les importó lanzarlas. La pimienta circuló como consecuencia del viento más de un kilómetro a través de las calles del pueblo, afectando también a muchos otros vecinos que estaban en sus casas tranquilamente.
La policía nacional dominicana, muy influenciada por las series americanas de "policías y ladrones", no se cortan en este país a la hora de maltratar a los ciudadanos, sean o no partícipes de actos punibles. Incultos la gran mayoría, su chulería es mayor cuanto más grande es el tamaño de sus pectorales.
Lo que han querido ignorar (negar, borrar) con esta acción es la realidad de la historia pasada del pueblo dominicano. Muchos de estos "desteñidos" que viven en este país se avergüenzan de su pasado y de su color. Por que como dijo el líder independentista Pedro Albizu Campos, "el que no está orgulloso de su origen no valdrá nunca nada porque empieza por despreciarse a sí mismo".
Ese juego violento de las cachúas, en su nivel más profundo, no sólo es una "dramatización" de la violencia generada por otros sobre ellos, sino también la violencia generada por sus similares. Por lo tanto, en este juego no sólo está presente esta celebración festiva sino también el despliegue de un trauma sin resolver.
Igual de sorprendente fue dos días antes los disparos de la policía en la calle, en medio de la multitud, a un sospechoso que venía siguiendo por la carretera. La espantada fue tan peligrosa como el acto policial. El individuo se les escapó, pero las balas policiales pasaron en medio de todos nosotros.
En una hora la plaza quedó absolutamente vacía y la policía se retiró “a gusto” a sus cuarteles. Habían cumplido el mandato de algún canchanchan con poder (posiblemente político). La fiesta concluyó. Algunos se quedaron sentados en la plaza bebiendo ron y cervezas al ritmo musical de los altavoces de uno de los coches, pero ya no era lo mismo. Con los bares y colmados vacíos, puestos de comida cerrados y, que casualidad, las farolas apagadas, poco se podía hacer en la calle. Un adiós a los que quedaban y un hasta la próxima -que por mi parte no habrá-.
Aunque aconsejo asistir a cualquiera de los carnavales dominicanos, sí que los invito abiertamente al Carnaval de las Islas Canarias, que visto lo visto puedo asegurar que hoy por hoy los canarios tenemos los mejores Carnavales del Mundo!.
No sólo he disfrutado estos días en el centro del pueblo de su entorno, su ambiente y su buena gente, muy cerca se encuentra la represita donde muchos vecinos van a bañarse y tomar cervezas en los dos colmados que allí se encuentran. También La Fuente, la Furnia, Yaque del norte, Cachón pipo, Canal Maestro, Isabela, Fiquimbo, entre otros ríos. 
La Laguna del Rincón, el Lago Enriquillo o la Laguna de Oviedo son otros lugares a los que hay que acceder en vehículo para pasar el día disfrutando de paseos en barcas, de su flora y de su fauna.

3 abr 2015

La Costa del Sur II

Es Semana Santa y con ello días de recogimiento religioso y procesiones por todas las ciudades y pueblos dominicanos, pero por otro lado renace de sus raíces como todos los años en esta época el Carnaval Cimarrón (o tradicional "de los Bateyes"). En varias comunidades del suroeste dominicano, desde muchos años atrás, todos los viernes de Cuaresma hasta el domingo de Resurrección mayores, jóvenes y niños salen a las calles de sus localidades disfrazados de demonios utilizando látigos para "atemorizar" a los más pequeños, y algunos no tan jóvenes. Es la oposición al carnaval occidental traído por los españoles pues se celebra en unas fechas no común ni aprobada por la iglesia cristiana. Se trata de una creación original y una expresión cultural concebida por el propio pueblo con unas características en las que prevalece, como en Haiti (allí también se celebra), la herencia africana.
Es a su vez la "festividad por la llegada de la Primavera", el anuncio de que las aguas "preñarán" la tierra y producirá sus frutos y alimentos, en una estrecha relación entre las místicas fuerzas sobrenaturales, los mortales y la naturaleza.
En la zona occidental, la más cercana a Haiticomunidades de Santa Cruz de Barahona, Elias Piña, Cabral, Matayaya, San Juan de la Maguana... han desarrollado desde sus comienzos sus fiestas más importantes fuera del círculo religioso. Aunque los eclesiásticos intentaron desde un principio desvirtuarlo al sustituir los cultos animistas por la imaginaria cristiana en muchos bateyes aún se bailan ritmos gagas de orígenes africanos (expresión mágico-religiosa que contagia y se apropia de los participantes), y se entra en trance mediante el constante resonar de tambores.
Tras descansar unos días en aguas caribeñas continúo mi itinerario de viaje. Desde Boca Chica tomé una guagua hasta la capital (60P.y luego otra de la empresa Sinchomiba (230P./3,5h.) hasta Barahona.
Me he quedado en el hotel el Cacique (800P) en una de las calles principales (J. F. Peña Gomez) que lleva hasta el malecón donde se encuentran sus feas y mal cuidadas playitas de ciudad.
La primera tarea que hice nada mas llegar fue darme un salto rápido a Cabral, mi último destino de viaje (la próxima semana), para contactar con algún hotel o casa particular y asegurarme alguna habitación ya que los tres hoteles que allí hay no tienen publicado sus teléfonos y no había forma de comunicarme con ellos. De esta manera podría continuar mi viaje con toda tranquilidad sabiendo que podré ver y disfrutar in situ la festividad de las afamadas Cachúas de Cabral actuando por sus calles en Semana Santa.
Mientras me dirigía a Cabral conocí en la guagua a Marisa, una vecina que me presentó en el pueblo a un Concho amigo de ella para que me llevara al hostal de Dña. Demi, cerca de la Plaza Central donde se van a llevar a cabo todo el desarrollo de un evento que durará desde el Viernes Santo hasta el Lunes por la noche, cuando tras visitar las Cachúas en el cementerio, foete en mano, a los miembros fallecidos y allí enterrados queman una imagen de Judas mientras la arrastran y la azotan por las calles adyacentes.
Tuve la enorme suerte de conseguir la última habitación que quedaba en el hotel K'Nero (700P) de las cinco que compone el establecimiento. 
De vuelta a Barahona y preguntando por las actividades que se estaban celebrando ese fin de semana pude conocer al maestro de baile D. Gustavo Díaz (Sombolo) miembro del comité organizador de las fiestas. Estuvimos charlando un largo tiempo en su casa sobre la historia y el significado de los carnavales de esta parte del país y qué actos se iban a llevar a cabo todos estos días.
Primeramente, esa misma tarde, se llevaría a cabo el desfile tradicional Cimarrón en La Ciénaga, un pueblo costero de pescadores a 20kms. que está también de fiestas como Barahona.
El domingo 29 habría un desfile de Carnaval por la avenida del Malecón con la participación de muchos grupos invitados de todo el país.
El Viernes 3, de Semana Santa, a las 00:01 sería el "Levantamiento de la Silla", en Villa Central, que da paso al comienzo del Carnaval Cimarrón en la Provincia de Barahona. Temeroso de que me sucediera algo por ser extranjero me aconsejó no asistir ya que en este barrio habita una comunidad extremadamente pobre y "algo desequilibrada" cuando toman alcohol. Me comentó que hace años que dejó de acudir por la inseguridad que puede haber y principalmente lo suelen sufrir los que no son del pueblo.
Durante toda la noche y hasta el amanecer las bandas Gagas van recorriendo las calles del poblado cantando y bailando al ritmo que marcan los instrumentos hechos por ellos mismos como Tambores de varias formas y tamaños, Trompetas de estaño, Tubos de PVC que emiten un sonido duro y hueco, Raspadores metálicos, pitos y otros instrumentos mezclando las costumbres haitianas como el vudú con los rituales religiosos dominicanos traídos por los españoles.
Al día siguiente los componentes que representan a los barrios de San Elías y San Miguel (parece ser que se pelean siempre que salen a las calles a causa de qué Santo tiene más devotos) irán casa por casa en busca de sus componentes y seguidores y al atardecer llegan al Centro del Batey donde realizan los encuentros tradicionales. A quienes hallen por el camino irán a "darles la bendición" a cambio de la aportación económica pertinente. En muchas ocasiones ante la negativa se enfadan y llegan a ser violentos. Muchos asitentes llevan bastante monedas para los pagos.
Esa misma tarde acudí a La Ciénaga en guagua local -una destartalada furgoneta Hiunday- para ver el desfile por las calles del pueblo y participar en su fiesta.
Aunque no es muy diferente a lo que he visto, y poco de tradicional le queda ya, el pasacalle fue muy colorido y participativo por parte de los vecinos. Los trajes eran de excelente calidad en diseño y colores. Me llamó mucho la atención "los pintaos" un grupo de jovencitos casi desnudos completamente manchados de pintura de colores, comparsas de Roba Gallinas, Diablos Cojuelos, Africanos, Travestis...
Concluiría en un gran escenario para conciertos donde puestos de bebidas facilitaba el ambiente a un gran número de asistentes. Los Colmados aprovechando para hacer sus beneficios en esta época al igual que algunas vecinas sentadas en las puertas de sus casas vendiendo comida; vendedores de máscaras de plásticos y todo tipo de artilugios chinos, de globos con caras de super héroes y dibujos televisivos; vendedores de "palomitas", de frío-frío (hielo picado con concentrado de sabores a frutas y ron) ... .
Desafortunadamente no me pude quedar hasta la noche porque no tendría transporte de vuelta a Barahona, así que marché antes de que oscureciera dejando atrás tremendo jolgorio.
En Barahona todas las noches los chiringuitos montados por la cerveza nacional Presidente, Ron Brugal, Colmados y la terrazas del Malecón se llenaban de gente con ganas de música, aunque muy pocos bailando. Al igual que en Cuba prima más "el dejarse ver, el postureo y la ropita mona" que pintarse un poco la cara o ponerse "un algo" de Carnaval. Todos charlando, vaso de plástico, refresco y botella de Ron Brugal en mano y los más jodelones, los moteros, pasando junto al mogollón de gente realizando acelerones y filigranas para hacerse notar entre la multitud que los observaba.
A las 12 de la noche deben cerrar los bares y terrazas, menos los sábados, y los más fiesteros que se han quedado hasta el final tiran hacia las discos de moda para continuar la marcha. Se nota que no hay turistas y que son los jóvenes los que manejan la noche en esta ciudad. 
El domingo por la tarde se llevó acabo el gran desfile de la ciudad, desarrollándose a través de la avenida Enriquillodesde el Bulevar del Malecón hasta el escenario cerca del hotel Caribe
Desde temprano muchos participantes acudieron a las dos playas lindantes a la ciudad a pasar el día para luego comenzar a vestirse en el malecón. Otros llegaban en guaguas contratadas por las agrupaciones. Hasta aquí se desplazaron muchos grupos de distintas provincias. 
No fue tan concurrido como en Sto. Domingo pero muchos vinieron desde muy lejos invitados por la organización. Cada grupo, como viene siendo norma general en todos los desfiles, desplegó sus habilidades delante del escenario donde estaban los jueces que premiarían a los más originales y las mejores coreografías.
Por la noche continuó la gente de fiesta hasta muy tarde. Ron y Cervezas animaban a una gran cantidad de asistentes. Hubieron varias peleas, parece que también es habitual, y la policía volvió a actuar disparando con sus armas al aire y disolviendo a los grupos violentos.
Una vez acabada las fiestas en Barahona he decidido continuar hacia el oeste y pasar unos días en Pedernales para visitar Bahía de las Aguilas, una playa salvaje de casi 7kms. de larga dentro del Parque Nacional Jaragua donde viven especies autóctonas como las iguanas rinocerontes (una especie en extinción), manatíes y las tortugas Carey que éstas últimas noches parece ser que se están acercando a desovar en su orilla.
La carretera comarcal 44 continúa hacia el suroeste paralela al mar en esta península de costas de sumersión donde la plataforma marina se ensancha con aguas poco profundas que resultan magníficos criaderos de peces y crustáceos. Pasa por playas que se caracterizan por ser de guijarros como Saladilla, San Rafael, Los Patos, Paraíso, y otras casi inaccesibles en apacible soledad, lugares casi exclusivos pues no acude casi nadie a bañarse, excepto los fines de semanas y feriados (festivos). Podría ser perfectamente el típico fondo tropical para esas fotos que recorren el mundo en las famosas revistas de viajes y de moda. Sus arrecifes coralinos están sumergido en el agua de mar mas cristalino del mundo. 
La carretera acaba en Pedernales, la última ciudad al suroeste del país frontera con Anse-a-Pitre (Haiti), donde se encuentra la barrera fronteriza que todos los lunes y viernes abren para dar paso libre a todos los que quieran hacer compras en los mercados instalados a ambos lados. Hay que regresar antes del atardecer que es cuando la vuelven a cerrar.
Esta bonita ciudad tiene un ordenado trazado de calles anchas y muy limpias, casas de madera pintadas con luminosos colores junto a otras de nueva construcción, y muy poco tráfico. Por fin puedo encontrar depósitos para la basura en este país!. 
Me he quedado en el Hostal Doña Chava (850P), un establecimiento ecoturístico con 21 habitaciones, bar-restaurante y zonas comunes con elementos naturales como el bambú y la madera, asientos de mimbre..., resultando un espacio íntimo y muy tranquilo, bien cuidado, con un pequeño jardín central con hermosas plantas autóctonas, algunos árboles y una enorme palmera real. Es frecuentado por biólogos, naturalistas, conservacionistas y mochileros amantes de la naturaleza. Todas las habitaciones tienen baños privados y están disponibles con o sin aire acondicionado y un ventilador de techo (abanico).
Suelen organizar algunas excursiones dependiendo de la cantidad de interesados. Como no había en esos momentos nadie más que quisiera visitar Bahía de las Aguilas me consiguieron un guía con moto (2.000P/6h.). Una excelente excursión a través del parque nacional que se caracteriza por albergar sorprendentes masas forestales, llamativa flora y fauna
El viaje en moto no es nada cansino, es más natural pues se está en plena naturaleza, y se puede realizar cuantas paradas se necesiten para tomar fotos u observar entre otras singularidades diferentes hoquedades en terrenos de rocas calizas cubiertos por agua con baja salinidad procedente de los acuíferos y del mar, un agua que nunca se acaba -siempre está lleno-, y con una morfología de afilados picos (dientes de perro). Las vacas que por ahí andan sueltas acuden a beber y les sirve de también de cura por las sales minerales que contienen. Y es que esta zona hace miles de años estaba atravesada por un ancho canal marítimo que llegada hasta Haiti. Los diversos desplazamientos tectónicos han creado diferentes lagunas saladas con una gran biodiversidad única en la isla. 
En zonas inundadas habitan cuatro especie diferentes de mangle: el blanco, el rojo, el negro y el botón.
A 12kms. aprox. de Pedernales se sale de la carretera en sentido hacia la costa, dirección Cabo RojoPrimeramente hay que atravesar terrenos de tierra roja intensa, ricos en alúmina, donde se extrae gran cantidad de Bauxita, propiedad de la compañía americana Alcoa que está extrayendo diariamente toneladas de este material para exportarlo en barcos hacia EEUU.. Se pasa el muelle de la empresa y luego por la carretera a Cueva Pescadores se llega al poblado Las Cuevas donde muchos turistas optan por subirse a una embarcación de los pescadores (1.500Ppara tener otra visión de la costa desde el mar.
Las barcas salen del pequeño pantalán del restaurante Rancho Las Cuevas de las Aguilas -con precios europeos- hacia la playa de la bahía. Algunas excursiones turísticas incluyen un almuerzo en el restaurante.
Lo que antes fue una pequeña comunidad de pescadores que vivían en unas cuevas naturales, ahora han sido trasladados a casitas de madera para permitir el comienzo del desarrollo ecoturístico de la zona. Ellos mismos están trabajando en el entorno para mejorar aún más su imagen. Se espera que en poco tiempo se construya varios establecimientos turísticos. Evidentemente que entonces la vida de los pescadores cambiarán definitivamente. A saber cómo!
A partir de ahí la carretera es muy pendiente para algunos vehículos y comienza el área protegida donde no está permitido acampar, hacer fogatas, ni la música ni el jolgorio. Es un lugar para disfrutar del entorno. Los guardas del Parque, emisoras en mano, protegen celosamente el cumplimiento de las normas. Nadie pasa sin haber sido controlado. Hay que pagar 100P./persona por el derecho de disfrute.
En tierra es posible ver Palomas Coronitas y Cenizasmasas forestales de Cactus, árboles espinosos, Matorrales, Plantas exclusivas de la zona como la Canelilla, el Guanito y la Cacheíto, una hermosa palmera endémica que crece sobre sustrato de roca caliza. Presenta cerca de la copa una especie de barriga en forma de botella, da frutos rojos que sirven de alimento a las cotorras y algunos mamíferos. Conviven también con el Guayacán, el Roble, el Gayuco y la Guazábara.
En su orilla de finísima arena blanca coralina crecen diferentes tipos de arbustos marinos y es ahí donde las tortugas Carey  depositan sus huevos por la noche. En sus aguas abundan corales, estrellas de mar, lambíes, Gorgonias, y  praderas marinas.
Por su gran biodiversidad el parque fue declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera en 2002 .
No hay sombrillas donde protegerse, tan sólo la sombra que puedan dar los arbustos de la orilla. El calor es insoportable pero el paisaje, la límpida agua turquesa debido a la poca profundidad y el blanco radiante de la arena, hace que el visitante lo disfrute con tremenda satisfacción por encontrarse en un entorno sin igual . Zambullirse en esta playa es un extraordinario deleite.
De vuelta visitamos una profunda cueva, Jinagosa, en estado precario porque nadie la cuida al estar dentro de la propiedad privada de un viejillo de la zona, donde dicen se escondió el Cacique Enriquillo huyendo de los españoles y que posiblemente atraviese toda la cordillera por muchos kilómetros.
Durante los días que me he quedado en el hostal intenté encontrar más gente para hacer grupo e ir a Laguna de Oviedo, una laguna con una superfiecie de 28kms2 y 1,5mts. de profundidadcon una concentración de sal tres veces mayor a la del mar, donde habitan aves migratorias y nativas, iguanas y peces endémicos, así como una exuberante vegetación y amplios manglares, pero no encontré a nadie interesado en algo que no fuera ir a bañarse a Bahía de las Aguilas. Es necesario alquilar una embarcación para pasearse por su interior.
Por las tardes estos días previo a Semana Santa hay más movimiento de lo normal en Pedernales, tanto en la Plaza Central donde hay varios puestos con música, Colmados y algunos restaurantes, como en el Maleconcito, un balcón al mar que apenas supera los 20mts., donde también hay puestos ambulantes con comida y música. La gente viene a charlar y a beber cervezas muy frías. Mesas, sillas y la música a todo sonar animan a la gente que por aquí se reúnen.
Poco a poco van llegando a esta pequeña ciudad más y más grupos de dominicanos en sus carros para vacacionar este largo fin de semana y disfrutar de sus playas y su río, donde han instalado varios puestos de comida y bebidas, música -por supuesto-, bajo la sombra de los árboles. A penas he visto algunos pocos extranjeros pasar por aquí, y es que la distancia que se encuentra de los principales focos turísticos la hace lejana para muchos de ellos. Tampoco le están dando un reclamo especial como para realizar más de 5 horas de carretera.

27 mar 2015

La Costa del Sur I

Mi siguiente y definitivo destino es la Costa del Sur de la isla. Me queda ya menos de dos semanas para concluir este viaje.
Por la mañana D. José llamó a un chófer amigo suyo que trabaja en la compañía de guaguas que se dirige a Sto. Domingo para que pasase por el hotel y me recogiera, y así evitarme el ir en Concho a la estación. No había pasado ni veinte minutos y ya tenía una guagua claxonando en la puerta del hotel!.
Al subir me encontré con varios pasajeros en su interior que también habían sido recogidos de igual manera. Esto es un procedimiento muy usual en este país, tanto para salir como llegando al destino final cuando van dejando a los pasajeros según se lo van pidiendo al chófer antes de alcanzar la estación final.
La autovía 103 que va de Sabana de la Mar hacia el S. está siendo asfaltada en pequeños tramos, pero la conducción es fabulosa. Después de Hato Mayor del Rey se convierte en autovía 4 (Carretera Mella) hasta San Pedro de Marcorís. La vegetación que bordea la carretera es espesa, verde, rebosante. Es una región plenamente agrícola y las plantaciones son numerosas, desde bananas a caña de azúcar. Se observan numerosos Bateyes donde habitan muchos haitianos que cobran una miseria por realizar el trabajo que los dominicanos encuentran demasiado duro: el corte de caña bajo el apabullante calor de estas tierras. Destaca la arquitectura popular de viviendas campesinas de madera con techo corrugado a dos aguas y el intenso colorido con las que son pintadas en conjunción con otras de cemento.
En poco más de una hora ya estábamos circulando por la Autovía 3 (del Este) que se dirige a la capital vía Boca Chica.
Mi siguiente parada sería en uno de los cruces de entrada a la playa de Boca Chica. A pocos metros se encuentra el hotel Villa Sans Souci (>20$) donde me he estado quedando, algo alejado del ruido de las zonas de más movida nocturna y playera. Aunque es imposible por la noche no escuchar los acelerones de los MotoConchos, a prostitutas o a algún que otro guiri borracho por la calle gritar o hablar en voz alta en los puestos de comida. Sabía a donde me dirigía así que todo eso era de esperar.
Boca Chica fue una de las primeras áreas en desarrollarse como destino turístico debido a su proximidad a la capital y al aeropuerto internacional Las Américas, a sólo 10min. en coche.
Desde hace tiempo es principal destino de "viejos pellejudos" en busca de putas jóvenes, con una animadísima costa de Resorts y hoteles de todos los precios que mantiene aún su genuino color local. Durante todo el día B.C. está llena de vida y música que sale de los Colmados y de algunas casas particulares. Locales y extranjeros se mezclan, nadan, toman bebidas o comen en los bares.
La calle principal "Duarte" que va paralela a la playa está llena de restaurantes, bares, tiendas de souvenires y en muchos lugares, expuestos sobre las aceras, se pueden comprar coloridos cuadros pintados a mano representando exóticos paisajes isleños.
Los restaurantes de playa sirven principalmente cócteles y bebidas de alta graduación, batidas de frutas tropicales, mariscos, pescado frito, langosta, camarones, comida criolla, pasta, sándwiches...
Sobre la arena han dispuesto una serie de sombrillas, sillas, mesas y tumbonas, donde se puede beber también elaborados cócteles mientras se remojan los pies.
Músicos deambulan por la arena y "explayan" sus rítmicos merengues llenos de vida a quienes les paguen por ello mientras pasan cerca de las mesas y hamacas los ambulantes con triciclos vendiendo Cocos y otras frutas tropicales, vendedores de Mariscos, de Lambí, Queso blanco, Chicharrones (o cortezas de cerdo), Yaniqueques, Piñas de Maíz sancochado, Bananas, Helados.... 
Pero si se quiere descubrir otras partes de la isla, las agencias turísticas locales ofertan diariamente excursiones a los lugares más populares de la isla.
Las guaguas vienen de Sto. Domingo hasta la Plaza Central casi cada 15min. mientras los Conchos negocian los precios de las distancias a recorrer con los turistas, aunque prácticamente todo en B.C. está a unos pocos pasos. Éstos circulan aquí también como maníacos entre el tráfico mientras tocan el claxon incansablemente. Los vecinos los prefieren por lo económico y rápidos que son, aunque muy peligrosos. Una imagen muy habitual es ver a 3 montados en la moto, 4, incluso hasta 6!!. Lo paradójico es que aún no los he visto caer ni accidentarse!.
B.C. es un golfo de aguas poco profundas (hasta metro y medio de profundidad), algo más caliente debido a una larga barra coralina que frena las olas y la hace muy segura. Le llaman "la bañera más grande del mundo". Dos minúsculas islas, Los Pinos y La Matica se perfilan en el horizonte. Dicen que en marea baja se puede llegar caminando. Algunos turistas palean hasta allí con los kayaks o con las tablas de Windsurfing que alquilan en la playa.
Varios entretenimientos acuáticos distraen también a lo grupos de dominicanos que hasta aquí llegan de vacaciones, o de domingueros: Motos de agua, la banana o el sillón tirado por una barca de pescadores.
Hay varios tramos de playas bastante diferenciado: la zona de los turistas y locales con impolutas hamacas y bares chillout, y la playa casi exclusiva de dominicanos que es donde los precios de todo lo que venden son populares. Bares de playa para bailar, puestos de pescado frito (>200P), tumbonas deterioradas, parquin....
Me llamaba bastante la atención al leer en diversos foros de interné que muchos turistas se quejan de lo molesto que puede llegar a ser pasear por las calles o la playa, de la gente que se pasan el día pidiendo o vendiendo, de niños muy pequeños limpiando zapatos y aprovechan de paso para mendigar, de mujeres ofreciéndose en la vía publica o en la playa.... Es cierto que es un continuo paso de "pedilones", gente que han encontrado una forma de vida fácil de vivir de los demás en una zona muy turística y de eso se aprovechan con "sus cuentos" y penosas historias pues los dominicanos son, por norma general, muy buenos mentirosos y peliculeros (confirmado por las dominicanas!).
Hay muchísima prostitución, principalmente por la noche pero las zonas están bien diferenciada. La calle Duarte se cierra al tráfico por la noche y sus bares y restaurantes sacan las mesas y las sillas a la vía pública. Es ahí donde se centra todo el comercio sexual. Jovencitas se lanzan a la captura del viejo adinerado para irse con ellos al hotel.
Algunos colmados tienen sillas y allí también se sientan los pescadores de "sexo rápido". Varios restaurantes tienen pequeñas pistas de bailes y son también otros puntos de encuentro. Y los lugares ocultos que muy pocos conocen para contactar tienen igualmente bastante movimiento.
La prostitución está muy generalizada en R.D. desde hace mucho tiempo. El que la mujer quede embarazada desde muy joven y sea abandonada por su pareja es el pretexto o motivo para buscarse la vida en la calle. Hay muchas que ganan bastante dinero con las burradas que mucho viejos pagan por pasarse varios días o semanas con él. Hay hoteles que también las "Incluyen" en el "Pack". El turismo sexual aquí compite con Filipinas, Tailandia o Camboya.
Todos ganan en este negocio. Hasta la corrupta policía dominicana.
Gracias EEUU por incentivar el negocio!! En Cuba no podrás!! Aunque te joda mucho y putees tanto por ello!!