Siguiendo la carretera hasta Les Cayes (Nationale 2) en
una "Camionet public"(100 g./1'30h.), una pintorreada
ranchera coloreada con iluminados dibujos bajé en el Carrefour Quatre
Chemins (Cruce de los Cuatro Caminos), punto neurálgico de
transporte de esta tercera ciudad más grande del país.
Es domingo y debería ser el
pasacalles pre-Carnaval que se celebra todas las semanas desde
principio de enero y en febrero víspera del Carnaval grande.
Al no tener aún claro en que hotel
quedarme pregunté a un MT.
y me llevó al Patience hotel (1.000g.), un
inmueble mal cuidado pero con bastante movimiento de clientes, que se encuentra
en la misma carretera principal, junto a la parada de TT. entre el
Carrefour de la gasolinera y el pequeño mercadillo de comida nocturna donde no
sólo se puede comer barato sino beber unas cervezas Prestiges con
música haitiana a todo volumen.
Como
quería comprobar qué otros hoteles podía encontrar con precio asequible,
necesitaba dejar las mochilas en algún lugar para luego inspeccionar la ciudad,
no me importó pasar la primera noche allí aún descubriendo que el hotel también
funciona para "encuentros rápidos". En Haiti son muy común los "hoteles
del Amor", debido sobre todo por la pobreza, que las parejas no tienen
otro lugar para los encuentros y que muchos de sus habitantes son muy
promiscuos, tengan pareja o no. Por 500g. éste ofrece habitación por varias
horas. En ningún caso me molestó eso. Como sólo lo quería para dormir, apenas
vi nada fuera de lugar.
Fisgoneando por la ciudad encontré uno de
mi agrado, el hotel Concorde (2000g.), otro establecimiento
clásico, aunque algo viejo, y con un agradable jardín bien cuidado. Tras una
distendida conversación llegamos a un acuerdo de 35$ la noche. La habitación en la que
me quedaría se encuentra en uno de los dos edificios entre altos árboles,
palmeras y hermosas plantas. Con electricidad toda la noche y algunas pocas más
por el día, baño interior y agua corriente constante.
Y sorpresa, al concluir la negociación del
precio comienzo a oír música justo en frente del hotel. Habían llegado los
grupos de bailes que llevarían a cabo todo el desfile por las diferentes calles
de la ciudad. Pues a seguirlos!!
Y esto fue, en
unas pocas fotos, lo que presencié:
Los grupos de danza o comparsas comenzaban a bailar al ritmo
que le marcaban sus bandas Raras.
Una Banda Rara es una agrupación de músicos con
diferentes tipos de instrumentos. Sus desfiles tienen lugar durante el día y a
veces toda la noche. Los componentes que pueden ser, hoy día, tanto hombres
como mujeres portan tambores de varias formas y tamaños (Okes, Graish, Bas...,
creo que se dice así), Trompetas de estaño de varios tamaños (Trompets),
Tubos de bambú o de PVC que emiten un sonido agudo y hueco (Vaksen),
Raspadores metálicos (Koub), pitos y otros instrumentos. Son, sin
excusa, la animación por excelencia de los pasacalles del Carnaval pues son
seguidos por un gran número de participantes de todas las edades hasta altas
horas de la noche.
El desfile se llevó a cabo por las
principales calles de Cayes y los curiosos se iban sumando
cada vez más a los bordes de las aceras para verlos pasar.
Al anochecer todos los participantes, incluido yo, nos dirigimos a
la plaza central (Place d'Armes) donde había instalado un escenario con
música. Esto duró hasta hasta media noche, momento idóneo para regresar al
hotel y preparar el siguiente plan: visitar Ile-a-Vache (la
Isla de la Vaca).
A la mañana siguiente intenté ir a la isla pero
no me garantizaban que pudiera volver el mismo día. Todo dependía de la
cantidad de isleños que estuviesen dispuestos a regresar a Cayes ya que si no se llena la
embarcación, no sale. Me ofrecieron una por 80$ para visitar durante varias horas las
playas de los hoteles, pero no me pareció pertinente esa idea ni ese precio que
lo consideré abusivo. Ya tendré tiempo de ver excelentes playas en Haiti. O en Rep. Dominicana mas adelante.
La isla fue originalmente habitadas por
los Tainos quienes dejaron evidencias de su
civilización en montones de conchas que han ido apareciendo en diversas
excavaciones. Hay dos poblados asentados en ella: Madamme Bernard y Cayo Coq. Tres emplazamientos turísticos
hospedan a turistas que quieran pagar más de 100$ por dormir solamente: Abaka Bay, Port Morgan y Village Vacances. Aunque
dicen que algunos isleños alquilan alguna habitación de sus casas por bastante
menos. Las playas donde se asientan esos establecimientos son de las
mejores del país.
Victor, el hijo de la propietaria y gerente del hotel, que habla
un castellano algo fluido me estuvo explicando muchas de las costumbres
haitianas. Su madre lleva el negocio desde hace mucho tiempo e igualmente fue
muy viajera en sus años jóvenes -también habla algo castellano-. Pasamos largas
horas charlando los tres tanto en francés, inglés como español en la terraza de
su casa. Me comentaban que no es normal ver a turistas como yo viajando por libre
por el país o que un extranjero no esté trabajando con alguna organización
humanitaria que prestan sus servicios en Haiti.
Parece que aún no se hacen a la idea que Haiti necesita principalmente del
turismo joven para levantarla. Sin nosotros, los que buscamos aventuras y que
somos sus mejores embajadores allende los mares, no habría forma de animar a
otros viajeros a venir a este país. Todo depende cómo me traten, qué me cobren
por dormir, qué facilidades pueda encontrar para moverme entre ellos... Pero
los precios hoteleros es el principal impedimento para que muchos mochileros ni
se planteen acercarse a Haiti.
Les Cayes (también conocida como Aux Cayes) es una ciudad grande con poco para ofrecer a los turistas y es muy sencillo
moverse a través de ella. Y más en MT.
que sólo cuesta 20g. el
trayecto. La zona más cercana a la costa es la mejor cuidada, más limpia y
soporta menos tráfico. Es la más próspera de las del sur con una atractiva
arquitectura que se remonta a tiempo de la colonia.
El contraste entre tanto colorido, la
música y los edificios coloniales producía una imagen bastante emotiva y me
hacía preguntarme cómo sería todo esto hace varios cientos de años atrás cuando
a los esclavos negros se les permitía manifestarse por las calles para evadirse
de la salvaje presión que ejercían sus maestros en las plantaciones. Aunque los
cristianos la consideraban como una fiesta pagana africana agregaron sus
propias inflexiones porque querían también participar en ellas.
Otro lugar donde van mucho los vecinos es
la Playa Gelé que, aunque es muy sucia, es un lugar
bastante acogedor principalmente las terrazas de sus bares.
En Haiti no es costumbre ir de playas como
hacemos los blancos. Aquí vienen durante los atardeceres y fines de
semana para beber y comer en las terrazas de sus Restos (Bar-Restaurantes) y algunos se bañan en sus aguas.
Hay varios hoteles supuestamente de calidad pero muchos otros
"de horas" con pésima imagen.
El desplazamiento en MT. (50g.) es la manera más fácil
de llegar a esta zona. Es un lugar ideal para comer bien y barato productos del
mar. Por 400g. (menos de 6€) me zampé un enorme pescado
fresco a la barbacoa con ensalada (Pwason ak Banan Pezé) y unas
cervecitas Prestige (50g.).
La puesta de sol es magnífica y la noche acogedora.
La vuelta la hice nuevamente en MT.
ya anocheciendo. Hay que tener buena destreza al convenir el precio ya que por
la noche los conductores piden el doble o triple.