Siguiendo
el plan de viaje, y como quería ir nuevamente a la costa Norte (Océano
Atlántico) para visitar la Península de Samaná me detuve, de camino, en Higüey para visitar la
Basílica de la Virgen de Nuestra Señora de Altagracia, un curioso mamotreto Catedral y Basílica, declarado "Monumento Nacional". Su diseño tan particular me recuerda a un búnker, superada por un enorme arco de 80mts. de altura. Está cargada de gran espiritualidad -tanto cristiana como profana- y puede llegar a albergar hasta 3.000 fieles, haciendo que la ciudad se haya convertido en el principal centro de peregrinaje del país. El 21 de enero se celebra su día grande.
Desde Bayahibe se puede ir a Higüey en transporte público haciendo trasbordo con otra guagua justamente en su salida hacia la autovía. Hay vecinos que desaconsejan a los turistas quedarse solos en ese cruce por temor a posibles robos aunque a pocos cientos de metros hay una gasolinera donde es más seguro esperar por transporte. En cualquier caso sería mejor retroceder a La Romana y coger en su estación una de las tantas que van directamente hasta allí.
Desde La Romana se tarda menos de una hora en guagua "Exprés" aunque va haciendo algunas paradas por el camino para dejar a quienes lo vayan pidiendo. Me he quedado junto a la Basílica de Altagracia, en el hotel El Nilo (700P) que se encuentra en la intersección a pocos metros de la entrada. Es algo viejo y un poco sucio pero ideal para pasar alguna noche. Por los alrededores se concentran muchos otros hoteles baratos para dar cobijo a los peregrinos que hasta allí van. También está lleno de bares y restaurantes económicos.
En
la Avda. Felipe Alfau se encuentran todas las tiendas, farmacias y varios
Mercados, generando una de las zonas más activas de la ciudad.
Desde La Romana se tarda menos de una hora en guagua "Exprés" aunque va haciendo algunas paradas por el camino para dejar a quienes lo vayan pidiendo. Me he quedado junto a la Basílica de Altagracia, en el hotel El Nilo (700P) que se encuentra en la intersección a pocos metros de la entrada. Es algo viejo y un poco sucio pero ideal para pasar alguna noche. Por los alrededores se concentran muchos otros hoteles baratos para dar cobijo a los peregrinos que hasta allí van. También está lleno de bares y restaurantes económicos.
En
la avenida (o bulevar) Altagracia que llega hasta la iglesia San Dionisio, de
arquitectura tradicional del s.XVI,
hay
algunas terrazas y un Centro Cervecero con música dominicana, principalmente
bachata, y está muy animada al anochecer. A las 12 todo debe de cerrar y la
gente que aún queda suele acudir hacia las discos y salas de fiestas para
continuar el jolgorio.
El
siguiente destino sería Las Terrenas justo al N. de la Península de Samaná. Me podría
haber dirigido hasta allí vía Hato Mayor - Sabana de la Mar y cruzar la bahía
en barco, pero como quería estar en Sabana el 19 de marzo para acudir a El Valle, a unos 20kms. ya que había leído que en esa fecha celebran el día de San José, su Patrono y también el aniversario de la última
batalla en la que los dominicanos pudieron rechazar a los haitianos en su
último intento de invasión del país. Hacen todos
los años, al igual que otras poblaciones, un colorido desfile donde participa
todo el pueblo.
Así
pues, elegí cuando regresara de vuelta al S. del país hacer el trayecto por
Sabana de la Mar y aprovechar también para acceder al interior del Parque Nacional
Los Haitises desde allí, donde se encuentran los guarda-parque oficiales.
Desde Higüey me dirigí nuevamente a Sto. Domingo, ya que desconocía que en el cruce de la Autopista Las Américas (km. 20) con Autopista 7 (del Nordeste) hay una pequeña estación de Caribe Tours donde es posible coger la guagua que viene de Sto. Domingo y va directamente a Samana. Me podría haber ahorrado una hora en entrar en la capital y otra en salir.
Así pues bajé cerca de Parque Enriquillo para coger una de las guaguas que van a Samaná (270P), parando en Sanchez y haciendo trasbordo en un minibus que lleva directamente a Las Terrenas (40min./100P). Hay algunas Exprés que van directo a Las Terrenas y a Las Galeras (cuatro al día) pero cuando llegué debía esperar dos horas más hasta su salida. Así que me subí a la que estaba a punto de arrancar en ese momento.
En 2009 el
gobierno inauguró la autopista que recorre el país prácticamente en línea recta en sentido Sur-Norte llegando hasta Samaná, realizándose el trayecto
desde la capital en apenas dos horas. El primer tramo de la vía atraviesa las llanuras existentes de Bayaguana y Monte Plata, a continuación por terrenos ondulados situados al Este de Sabana Grande de Boyá, mientras que en el segundo tramo cruza las formaciones montañosas al Suroeste del Parque Nacional Los Haitises atravesando la cuenca del bajo Yuna, hasta empalmar con la autopista 5 que lleva hasta Samaná, en el tramo Nagua-Sanchez.
Lo que antes fue una comunidad de pescadores ahora es casi una pequeña comunidad cosmopolita e internacional: italianos, franceses, dominicanos y turistas de todos los países se entremezclan en sus calles, en restaurantes (a precios europeos) dirigidos por muchos expatriados y en playas como Portillo, con un enorme hotel (Grand Bahia Príncipe), al este, o Playa Bonita hacia el oeste, una bahía en forma de media luna bordeada de cocoteros, arboleda y varios enormes hoteles-boutiques (de esos de los caros, carísimos). De fuerte oleaje, es buena para la práctica del Surfing (estos día ha habido demasiado viento y las olas rompían muy mal), arena casi rubia y aguas claras. Se puede acceder a pie bordeando su costa entre la vegetación que llega hasta la misma orilla-, en Moto-concho o a pie por la carretera.
Así pues bajé cerca de Parque Enriquillo para coger una de las guaguas que van a Samaná (270P), parando en Sanchez y haciendo trasbordo en un minibus que lleva directamente a Las Terrenas (40min./100P). Hay algunas Exprés que van directo a Las Terrenas y a Las Galeras (cuatro al día) pero cuando llegué debía esperar dos horas más hasta su salida. Así que me subí a la que estaba a punto de arrancar en ese momento.
Lo que antes fue una comunidad de pescadores ahora es casi una pequeña comunidad cosmopolita e internacional: italianos, franceses, dominicanos y turistas de todos los países se entremezclan en sus calles, en restaurantes (a precios europeos) dirigidos por muchos expatriados y en playas como Portillo, con un enorme hotel (Grand Bahia Príncipe), al este, o Playa Bonita hacia el oeste, una bahía en forma de media luna bordeada de cocoteros, arboleda y varios enormes hoteles-boutiques (de esos de los caros, carísimos). De fuerte oleaje, es buena para la práctica del Surfing (estos día ha habido demasiado viento y las olas rompían muy mal), arena casi rubia y aguas claras. Se puede acceder a pie bordeando su costa entre la vegetación que llega hasta la misma orilla-, en Moto-concho o a pie por la carretera.
A medio camino entre Las Terrenas, Playa Bonita y Playa Cosón se encuentra Fata Morgana, un complejo económico de varias cabañas con seis habitaciones (>18$ por persona), cocina comunal bien equipada y comedor al aire libre (entre otras muchas facilidades), pero está algo alejado del centro, . Sería
necesario alquilar una bicicleta (15-20$/día) para moverse desde
allí o caminar algo mas de media hora para llegar a los lugares interesantes.
Las Terrenas tiene varios kilómetros de largo y algo apartado de toda la movida turística se encuentran los restaurantes locales a precios económicos. Los de playa son mucho más caro, a excepción de cuatro que llevan ahí toda la vida y aún mantienen el encanto local de siempre. Algunos restaurantes hacen de cada noche una fiesta donde residentes, turistas y dominicanos se reúnen para oír música o bailar merengue, bachata o salsa bebiendo originales cócteles. Los Colmados también, con su música a todo volumen, animan durante todo el día. Siempre hay gente bebiendo cervezas.
Las Terrenas tiene varios kilómetros de largo y algo apartado de toda la movida turística se encuentran los restaurantes locales a precios económicos. Los de playa son mucho más caro, a excepción de cuatro que llevan ahí toda la vida y aún mantienen el encanto local de siempre. Algunos restaurantes hacen de cada noche una fiesta donde residentes, turistas y dominicanos se reúnen para oír música o bailar merengue, bachata o salsa bebiendo originales cócteles. Los Colmados también, con su música a todo volumen, animan durante todo el día. Siempre hay gente bebiendo cervezas.
Un poco más abajo, a pocos metros de distancia, produce con su misma agua otra más pequeña.
Ubicada
en el punto medio entre Las Terrenas y Samaná, es de fácil acceso tanto en
guagua local y motoconcho, como luego a pie por varias entradas donde se
encuentran "las paradas" o ranchos con caballos (algunos en estado
lamentable). Éstos ofrecen paseos a caballo y almuerzo por 20 o 30$, mas la propina
al guía. Los 4kms. de ascenso o descenso, según por donde se comience el
trayecto, llevan directamente hasta la cascada. Los caminos están bien
señalizados y pisados. Un ciego podría llegar hasta alli tan sólo con seguir el
olor a boñiga de los cuadrúpedos. La entrada cuesta 50P.
A
la entrada del pueblo El Limón hay una piscina de piedra que han construido los
vecinos donde fluye constantemente el agua de un riachuelo. Hay varios colmados
y restaurantes locales ideal para pasar unas horas plácidamente. Excepto los
fines de semana!.
Playa
Rincón una vez fue, por su ubicación y su configuración en forma de golfo que la protege del oleaje, considerada una de las mejores playas del
Caribe, pero ahora las fuertes corrientes se han encargado de llevarse toda la arena y
cantidad de palmeras de la orilla, hay detritos de ellas, plásticos y gran cantidad
de algas que estos días ha traído las mareas a sus orillas. El olor a podrido
en ciertas partes es muy fuerte.
Pudo ser una de las más hermosas playas del país, con 3kms. de fina arena blanca, agua impoluta, cocoteros, frondosa vegetación, serenidad, etc., etc., pero en estos momentos está muy deteriorada. El
baño es mejor en los dos extremos de la playa donde hay algunos restaurantes enclavados en medio de arboleda, de
precios elevados, que suelen estafar a los turistas. Hay también muchas tumbonas dispuestas en la orilla y se
alquilan por 150P (no rebajan el precio ni siendo el único usuario). De vez en cuando aparecen vecinos vendiendo pan de coco, dulces, manises, bisutería con conchas, sombreros y pamelas de fibra de palmera...
Al otro lado, Caño Frío, una combinación de río, manglar y playa donde se mezcla el agua dulce con la salada. Alquilan canoas para pasear por el interior del manglar.
Al otro lado, Caño Frío, una combinación de río, manglar y playa donde se mezcla el agua dulce con la salada. Alquilan canoas para pasear por el interior del manglar.
A
las 4 de la tarde nos vinieron a buscar nuevamente para llevarnos de regreso.
Al
otro lado del pueblo se encuentra Playa Frontón -parece ser que muy buena para observar sus fondos con gafas y tubo- y La Playita, muy concurrida por los locales los fines
de semana.
Desde
aquí algunas compañías turísticas hacen diferentes excursiones con varios tipos
de catamaranes y lanchas (aprox. 55$): visitas a las ballenas jorobadas, día de
playa con almuerzo a Cayo Levantado, al Parque Nacional los Haitises.... O a
Sabana de la Mar en embarcación local (200P).
Cada
invierno, de 3.000 a 5.000 ballenas jorobadas migran hacia las cristalinas
aguas de la Bahía de Samaná donde se dan cita para el apareo y nacimiento de
sus especies. La temporada para observar las ballenas comienza en la mitad del
mes de enero y continúa hasta finales de marzo; sin embargo, las excursiones se
mantienen vigentes siempre y cuando las ballenas permanezcan en la bahía, como
parece que va a suceder este año, posiblemente hasta Semana Santa. El cambio
climático es más que evidente!.
Estas tranquilas criaturas se observan en el Santuario de Mamíferos Marinos -establecido en 1966 para proteger en 518km2 a miles de ballenas jorobadas que anualmente migran desde las árticas aguas del norte-.
Estas tranquilas criaturas se observan en el Santuario de Mamíferos Marinos -establecido en 1966 para proteger en 518km2 a miles de ballenas jorobadas que anualmente migran desde las árticas aguas del norte-.
En
tierra, en el nuevo Observatorio de ballenas también se pueden ver sin
molestarlas pero está algo alejado.
Tuvimos
suerte y nos topamos en varias ocasiones con grupos de ellas nadando cerca de
nuestra embarcación.
Dentro
de este tipo de excursión, tras el avistamiento, entra una parada para hacer
playa durante unas horas y almorzar en uno de los varios restaurantes de Cayo
Levantado, un islote boscoso a varios kilómetros de la costa. La otra playa de
la isla es privada y pertenece al hotel Gran Bahía Príncipe Cayo Levantado (un
Todo Incluido de esos de más de 200$ la noche!!).
Está
considerada como la excursión al estuario más grande del Caribe insular (con un
área de 740m2).
A
las 9 de la mañana partimos hacia la costa de enfrente cruzando la Bahía de
Samaná, y llegamos a los acantilados del Parque Nacional de Los Haitises, en la
Bahía de San Lorezo donde se encuentran los Mogotes de las Aves y colinas
cálcicas de hasta 500mts. de altura, que data de hace 4 millones de
años (Mioceno). Toda esta zona estuvo sumergida y afloró como consecuencia de
diferentes movimientos sísmicos. Luego, las lluvias, el sol, el viento y la
fuerte humedad lo ha ido erosionando todo. Ha formado cuevas y mogotes por
hundimiento del terreno y ha desarrollado una vegetación típica del bosque
húmedo subtropical, bambúes, diferentes masas arbóreas y plantas, cuatro
especies diferentes de manglar muy denso y gran diversidad de aves tropicales (110 especies
de las cuales 13 son endémicas).
Muchas
aves hacen vida en los mogotes: Pelícanos, Tijeretas (Fragatas), Garzas, Ibis
oscuros Gaviotas...
Usaban
las raíces del manglar y colorantes naturales para pintar caras, imágenes, brujos,
animales, insectos, ballenas, escenas de cacerías, y hasta la cruz cristiana que
representaba la llegada de los nuevos invasores.
Los
Haitises es un enorme bosque salvaje con impresionantes fiordos profundos.
Como
solamente me faltaba caminar por el interior del Parque Nacional, y desde
Samaná no ofrecen nada de ese estilo, preferí hacerlo desde Sabana de la Mar algunos días más tarde.
Me
ha gustado la ciudad por su diseño, su malecón con sus puestos de bebidas y
comidas, con vistas a las embarcaciones locales, pescadores echando las redes,
unos mogotes con un peculiar puente peatonal -pero sólo lo pueden utilizar los
clientes del hotel Gran Bahía Principe Cayacoa-, las terrazas de la avenida La
Marina por la noche con música y cerveza económica, la seguridad y la
amabilidad de su gente.
Esta
ciudad también tiene su particular historia pretérita ya que cerca de 1824 dos
naves con esclavos americanos liberados arribaron a su costa. El habla de
algunos vecinos es muy curiosa ya que mezclan diversas palabras inglesas mal
pronunciadas en su jerga habitual. Testigo de este origen, es la iglesia Evangélica Dominicana S. Pedro conocida como la Churcha que todavía está en pie, junto a mi hotel.
En ella se ofician misas muy peculiares con devotos sumidos en ocasiones en
trance alabando a Jesus.
Aleluya
Aleluya!!
El 19 de marzo subí temprano a una embarcación local para trasladarme hasta Sabana de la Mar porque quería asistir a una celebración tradicional en el Valle, a 20min. en guagua.
El 19 de marzo subí temprano a una embarcación local para trasladarme hasta Sabana de la Mar porque quería asistir a una celebración tradicional en el Valle, a 20min. en guagua.
Me he quedado en el modesto hotel Sabana de la Mar (500P) con ventilador y baño. Su propietario, Don José, intenta venderlo porque tiene ya 65 años y quiere comenzar a viajar como han hecho durante tantos años sus clientes. Es muy atento, servicial y amable, pero a su hotel le hace falta un buen "lavado de cara" pues está bastante desaliñado. Tiene una cocina y por las mañanas sirve un aromático café. Y también durante el día si se le cae simpático. Con más de diez habitaciones, las cinco mejores las reserva para los turistas en la planta alta. Incluso dispone de "habitaciones de contactos" en la planta baja, donde se encuentra su vivienda. Arriba tiene alguna mas desvencijadas que también suele alquilar.
No
tiene playa pero sí un magnífico Parque Nacional para caminar a través de él
por algunos senderos. O visitar con la embarcación de algún pescador los
manglares y las cuevas.
Al anochecer me volví apenado por no haber encontrado algo más fascinante como esperaba. Así son ciertas fiestas de pueblo en Dominicana. El Carnaval ya pasó hace semanas. La próxima será uno muy tradicional (Carnaval Cimarrón) en Semana Santa en la costa suroeste del país.
Al
siguiente día, D. José que está siempre en todo me ayudó a contactar con un
guía para visitar parte del interior del Parque Nacional Los Haitises desde Sabana y
caminar el Sendero del bosque húmedo del Parque Nacional.
El
nombre de Los Haitises proviene del vocablo taíno "Ayiti", que significa
montaña, tierra áspera. Este nombre fue dado por el conjunto de pequeñas
colinas de perfil redondeado llamadas Mogotes o Cayos. Entre éstos se
encuentran pequeños valles o dolinas en donde se desarrolla el bosque. El
geosistema que compone esta región está formado por rocas de carbonato de
calcio cuya formación data del Período del Mioceno (hace unos diez millones de
años).
A las 7 de la mañana quedamos para encontrarnos con el despertar y comienzo de la vida de las aves que allí habitan. Se unió a mi Bernard un franacés que la tarde anterior se hospedó en el hotel. Pagamos 3.600P. al guía mas 100P. que cuesta acceder al Parque.
A las 7 de la mañana quedamos para encontrarnos con el despertar y comienzo de la vida de las aves que allí habitan. Se unió a mi Bernard un franacés que la tarde anterior se hospedó en el hotel. Pagamos 3.600P. al guía mas 100P. que cuesta acceder al Parque.
Toda
esta área recibe una gran cantidad de agua de lluvia creando perfectas
condiciones para mantener por muy largo tiempo un Bosque húmedo Subtropical. Se
distingue por su amplia variedad de plantas, animales y aves, gran tamaño de sus
árboles, alta humedad relativa y poca infiltración solar. Este bosque alberga
más de 700 variedades de flora, entre las que sobresalen importantes
especies arbóreas junto a epifitas y trepadoras; en el estrato medio, se
encuentran árboles más bajos y arbustos, y en el sotobosque una gran cantidad de helechos. Mezclada con la vegetación natural también aparecen plantas no
nativas y cultivadas, como el Cacao, Ceibas,
Cedros, Palmeras de varias especies, Caoba, Yaya blanca, Haya..., incluyendo
cuatro tipos de mangle (rojo, negro, blanco y de botón), un ecosistema de árboles que toleran la presencia de sal en el agua que absorben sus raíces y ocupan zonas salobres, haciéndolo uno de las más altas biodiversas regiones
en el Caribe. El Manglar rojo posee especies que pueden alcanzar los 10mts. de altura y se caracteriza por tener unas raíces muy ramificadas que quedan a la vista cuando baja la marea. Los manglares atenúan la intensidad de los vientos y el golpe de las olas sobre la costa. Albergan gran cantidad de seres vivos y sus raíces sumergidas sirven de hábitat y refugio para una variada fauna de peces, mamíferos e invertebrados.
El
paseo en barca me llevó nuevamente a
entrar en la Cueva de La Línea pero esta vez estaba vacía de visitantes. La
teníamos para nosotros solos. Que diferencia y que tranquilidad!. Pude observar
muchos mas pictogramas de los que nos habían enseñado la anterior vez.
Los
pictografías son dibujos realizados en las paredes de la cuevas por los taínos
antes y durante la invasión española. Para hacerlos utilizaban como colorantes
jugo de Jagua, la Bija, tintes extraídos de la corteza de los mangles, carbón
vegetal, así como grasa de Manatí y excremento de murciélago.
Las
cuevas de los Haitises junto a las de Borbón, Las Maravillas y las del Parque
Nacional del Este son hasta la fecha las cuevas más ricas en pictogramas del
país.
Continuamos
en barca y nos introdujimos en la Cueva de la Arena, donde hay talladas sobre
la piedra figuras (petroglifos) a su entrada, también de los
antiguos moradores taínos. Estas cuevas estaban salvaguardadas por este tipo de
escultura y se han vinculado a reencarnaciones de los espectros (divinos
guardianes). Entre los antiguos moradores circulaba la leyenda de que las almas
de los indios que usaban estas cuevas como viviendas o templos seguían vagando
por ahí y que las limpiaban de noche cuando se dejaba cualquier suciedad en
algunas de sus salas. Mas tarde las cuevas de los Haitises también fueron
refugio y almacén de pescadores de la zona, quienes guardaban sus capturas en
bloques de hielo y cubrían con cáscara de arroz para guardar la temperatura.
Por eso se encuentran cantidad de caracolas tiradas o amontonadas por el suelo
ya que también servían de alimento a los pescadores.
Del
techo colgaban, durmiendo, algunos murciélagos. Según sus hábitos alimentarios
pueden ser polinívoros (se alimentan de polen), frugívoros (de frutos) e
insectívoros. Esto último da lugar a que sean altamente beneficiosos al actuar
como el control de insectos. Su excremento (guano) es un excelente abono
orgánico. En esta cueva se han identificado tres especies.
Terminamos
el paseo adentrándonos por senderos de manglar hasta llegar a la estación del
Ministerio de Medio Ambiente, cerca de Paraiso Caño Hondo, tras un corto recorrido, donde se realizan las excursiones guiadas autorizadas y paseos en
embarcaciones.
El
domingo, sabiendo que muchos dominicanos acuden a las playas, y como aquí no
hay, fui en motoconcho (150P) a Paraiso Caño Hondo, a 9kms., que se
encuentra a la entrada del Parque Nacional Los Haitises, un complejo
EcoTurístico que tiene habitaciones en medio de una zona ricamente arbolada por
donde pasa el Río Jivales.
Han
canalizado la aguas para que caiga en piscinas poco profundas por medio de una
sucesión de pequeñas cascadas.
Los
visitantes pueden pasar el día en su recinto, comer, bañarse, utilizar las
hamacas que tienen dispuestas alrededor de la piscina o las mesas y sillas del
jardín. No permiten llevar música y eso es de agradecer en un país como éste que
la oyen a todo volumen en cualquier lugar. Aunque los acostumbrados gritos al
comunicarse entre ellos son inevitables!. Parece ser que cobran 100P
por usar la piscina y las hamacas, pero como tardaron en atenderme (como
siempre sucede) cogí una hamaca, puse la toalla, me acosté y pasé el día
bañándome, tomando el sol y leyendo. Nadie se acercó a mi a comprobar el pago.
La
vuelta la hice también en concho al mismo precio.
Pues
esto es lo que he podido ver en un par de semanas por esta parte de la isla. Mi
siguiente destino será la costa S.. Pararé unos días en la playa de Boca Chica
"la playa de los capitalinos", a pocos kilómetros de Sto. Domingo.
Ahí haré el plan final del viaje. Intentaré llegar por la costa S. hasta
Pedernales, frontera con Haiti, y concluir entre Barahona y Cabral para ver
como llevan a cabo su Carnaval Cimarrón en Semana Santa.
Poco
me queda ya.