8 jul 2014

La Fiesta del Caribe (o del Fuego) en Santiago

Llega el final del viaje, y que mejor manera que concluirlo en una de las más importantes celebraciones de Santiago de Cuba como es la Fiesta del Fuego (o Fiesta Caribeña) que se lleva a cabo en la primera semana de julio. Se anunciaba como todos los años la participación de una gran variedad de agrupaciones de casi todo el Caribe, vistosos desfiles callejeros de congas, actuaciones musicales, exposiciones, talleres y actividades en la calle que tienen lugar en muchas partes de la ciudad.
La Casa Particular de Santiago donde me quedo (20cuc/climatizada/Tv/baño/salón con mesa y sillas, una nevera, e independiente de la casa principal) está muy cerca de la avenida Trocha, a pocos minutos caminando de la Plaza central Manuel Céspedes donde se está celebrando todos los actos musicales de la semana y de la Alameda, lugar de especial trascendencia principalmente para el último fin de semana del mes de julio pues allí se celebrarán los actos del Carnaval santiaguero.
A mediados de 1.800 la fuerte influencia de la cultura africana en Santiago con motivo de la llegada de habitantes de Haití, tras las revueltas independentistas, se notó principalmente en los desfiles, congas y paseos en sus carnavales, siendo más evidente en los instrumentos, los ritmos y las formas de la danza, que ha permitido la conservación de su rica cultura tradicional hasta hoy día.
Del desarrollo de estas fiestas anuales se encarga la Casa del Caribe -justo al otro lado de la ciudad-, y el presupuesto depende de la Secretaría de Cultura. Aunque es bastante rácano, se ha invertido principalmente para albergar y transportar a casi todos los participantes de los distintos eventos. El transporte sólo ha sido para ellos y el gobierno local no ha dedicado absolutamente nada para que los ciudadanos santiagueros y turistas se desplacen a los lugares donde se celebran los actos. De hecho, la participación ciudadana ha sido escasísima y los pocos extranjeros que aquí hay se han implicado más que todos ellos.
Durante esta semana han intervenido cientos de artistas e intelectuales de muchos países caribeños y nacionales, evidentemente. Espectáculos de danza, ceremonias mágico-religiosas, exposiciones de arte, serie de películas y otras actividades para intercambiar todo lo que tenga que ver con la historia, la religión y la cultura de la zona. Y esos son los aspectos que más distingue al Festival del Caribe del resto de los eventos internacionales celebrados en Cuba. Es fusión de culturas, de arte popular, de tradición y de expresiones de la identidad de las raíces de los pueblos indígenas del Caribe
Como regla general, cada año el Festival del Caribe ha rendido homenaje a un país o grupo de países. Este año ha correspondido a Surinam. A través de los años se ha hecho homenaje a Haití, Guyana, Brasil, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, México, Honduras, Colombia, Panamá, Antillas Holandesas, Aruba…
La celebración fuerte en la calle ha sido el primer día con “la Serpiente”, un desfile de todos los participantes engalanados con sus vestimentas tradicionales por las principales calles de la ciudad. Nuevamente, al igual que en las otras ocasiones, los participantes no sabían a que hora comenzarían a desfilar. 
Santiago los ciudadanos tampoco se visten ni usan nada alegórico a las fiestas. Sólo vi a unos pocos turistas chinos con camisetas anunciadoras del evento. Ni Infotur ni las agencias de viajes del gobierno conocían la programación hasta varios días comenzado el festival. La televisión estatal apenas ha seguido los actos multitudinarios de las calles y ha escaseado la información de días precedentes. La Casa del Caribe editó un panfleto (que había que comprar) con los actos pero desconocían las formas de transporte para llegar a ellos si no se pertenecía a la sociedad o se fuese a actuar en los eventos.
Músicas de diferentes islas del Caribe, del Centro y Sur-América han acaparado los distintos actos. El centro neurálgico de los acontecimiento han sido la Casa del Caribela Casa de las Religiones Populares -ambas próximas- y la calle que los atraviesa, donde se reúnen todas las noches jóvenes y mayores para disfrutar de la música, del baile y del alcohol. La Plaza Manuel Céspedes, el Teatro Heredia, la Casa de la Trova, la Casa de las Tradiciones, la Alianza Francesa y algunos otros lugares serían testigos también de diferentes actividades musicales, culturales y religiosas.
Todas las noches se han celebrado conciertos en muchos lugares de la ciudad, desde los diferentes espacios culturales como Casa de la Música, hasta media decena de escenarios en las calles. La afluencia de público, especialmente muy joven debido a que ya están de vacaciones, ha sido constante. Las botellas de ron han estado presente siempre, garantizando las rápidas borracheras de un público muy joven. Aquí apenas se mezcla con refresco.
Igualmente en esta ciudad me ha llamado mucho la atención las "poses" de los chicos y los "pases" de las chicas en un juego entre coqueteo y ligoteo burdo que realizan durante las noches de marcha. La gran mayoría muy bien vestidos, peinaditos con fijador y con apariencia de "señoritos". El Gran Fingimiento (o la Gran Falsedad) diría yo. ¿Es que aquí no se come para poder vestirse bien? Sus padres sabrán!.
Debido a que he ido todos los días a diversos espectáculos musicales tanto en la Casa del Caribe como en la Casa de las Religiones Populares, el intenso sol y calor reinante y que se trata de la última parte del viaje, no he tenido apenas tiempo para visitar los lugares más emblemáticos de Santiago como pudiera ser  la Fortaleza  del Morrola Iglesia de la Virgen del Cobre o La Gran Piedra, ya que tampoco lo he priorizado. He disfrutado cada día de diferentes espectáculos y he conocido a mucha gente. Mas no puedo pedir.
La última noche, posiblemente la mejor noche del Festival, me la he perdido porque mi vuelo de regreso ha sido al atardecer. Nuevamente la "serpiente" salió con todos los participantes engalanados. Esta vez sería desde la Plaza Manuel Céspedes hasta la avenida de la Alameda donde a las 12 de la noche estaba anunciada la quema de la enorme figura que representa al diablo. Se esperaba una gran muchedumbre con ganas de mucha fiesta alcohólica, como todos los años.
Moverme por las calles de Santiago ha sido muy sencillo ya que hay moto-taxis que por 10 o 20cup, según la distancia, transportan un pasajero por la ciudad. Las guaguas son también muy baratas (40cup) y los taxis cobran de 3  5cuc. El calor tan machacante a partir de las 11 hace que la moto sea una muy buena opción de transporte.
Santiago es amplia, frenética, algo ruidosa debido al tráfico (pero nada que ver con La Habana) y polucionada, pero con el ambiente íntimo y acogedor de una capital de provincia, con animados barrios donde los vecinos juegan al atardecer al dominó al aire libre en sus empinadas calles o están sentados en los pórticos o balconadas de sus viviendas tomando el fresco.  
Su centro histórico se encuentra al Este de la Bahía de Santiago de Cuba, sobre una elevada loma, alrededor del Parque Céspedes. Cuenta con tal vez el inmueble más antiguo de las Américas, la Casa de Diego Velazquez (1522) aunque restaurada a final de 1960, en la que destaca su fachada de estilo andalucí con sus ventanas de celosías morisca.
Una Iglesia-Catedral, la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción (s.XIV), última de una serie de edificaciones que fue destruida en varias ocasiones por ataques piratas, incendios o terremoto, que se caracteriza por sus dos torres neoclásicas completadas en 1922 y donde se encuentra los restos del primer gobernador colonial, Diego Velázquez. Estos días está siendo ampliamente restaurada por dentro y por fuera. No pude ver sus complejos frescos del techo, ni la sillería talladas del coro, ni su altar que hace honor a la venerada Virgen de la Caridad. En frente se encuentra el Ayuntamiento, también llamado Palacio Municipal, un edificio blanco con rejas de maderas azules. Construido originalmente en 1515 y renovado en 1959 después que el ejército rebelde del Fidel hubiese tomado la ciudad y anunciara el triunfo de la Revolución.
Al Este de la plaza se halla la popular calle Heredia, llena de lugares de música en vivo, casas coloniales, varios museos, bibliotecas, librerías... (Casa del estudiante, Casa de la Trova, Museo del Carnaval...), algunos artesanos y enorme aglomeración de viandantes paseando entre los carros que por aquí circulan.
A través de la calle Francisco Vicente  Rivera se llega a la popular Plaza de los Dolores, la segunda en importancia de la ciudad, una alargada y estrecha plaza rodeada de frondosos árboles de flamboyán amarillo. Los edificios coloniales que la circundan hacen del entorno un atractivo emplazamiento para sentarse y disfrutar en consonancia con los músicos que suelen reunirse para tocar sus instrumentos. Esta calle que llega hasta la Plaza de Marte es muy transitada y de gran animación durante todas las horas del día debido a la existencia de muchos comercios, cafeterías y paladares.  
Es aquí donde he observado trabajar a la mayoría de los "jineteros", individuos que se buscan la vida ayudando a los turistas. Igualmente a estafarlos si le dan la oportunidad. Una manera muy habitual de actuar es acercarse al turista en las Casas de Cambio (Cadeca) ofreciéndoles mejor cambio. La finalidad es distraerlo y darle menos monedas de la convenida.
La piscina del hotel Versalles (en Reparto Versalles) me ha servido en varias ocasiones de relajante, principalmente muscular la primera vez tras la caminata del Monte Turquino. Aquí también he estado de "cubaneo". Por 1ocuc se puede pasar el día de con tumbona, sombrilla, derecho a varias cervezas y un plato de comida.

Pues ya he concluido este viaje de 52 días por Cuba y aunque ha sido bastantes días, pero no suficiente para visitar lo que tenía planeado, le he dedicado tiempo a cada localidad para, de esta manera, vivir intensamente cada lugar donde me he quedado.
Atrás queda en la memoria esas primeras emociones de primerizo que me causó ver en Matanzas La Habana esos antiquísimos vehículos aún circulando, edificios coloniales en estado decadente pero deslumbrantes o saber que por el color de mi piel nadie, pero nadie, se acercaría a mí a aburrirme con insistencias “bisnosas”. Me he librado de la presión que ejercen los comisionistas por las calles. Vamos, ni las jineteras!!!. Tampoco me he preocupado mucho por las salidas nocturnas.
No ha habido olores característicos, ni tranquilidad, ni día sin cabreo por estar constantemente "buscando algo" que SIEMPRE es imposible encontrar por no tener, por estar agotado desde hace tiempo, porque "posiblemente haya" pero al otro lado de la ciudad, o porque desconozcan que otros lugares pueden vender lo que buscaba. Cuando se trabaja para el gobierno los empleados, mayoritariamente, ponen muy poco interés en ayudar a los clientes a solventar ciertas cuestiones. Y es de entender. Es debido al bajísimo salario que reciben (15-20$/mes) y que así he podido comprobar en los muchísimos comercios por toda las ciudades que he visitado.
Muchos artículos de primera necesidad llegan a ser imposible encontrar en Cuba ("está Perdido!") y se termina muy agotado rebuscando bajo tanto calor y tantas direcciones erróneas que se recibe al preguntar. El cubano también se queja de ello, pero se resigna. Ha sido esta forma de gobierno la que ha creado esta manera de vivir. Todo está tan controlado que casi nada es posible. El repugnante bloqueo económico americano ha creado una forma de vida diferente, de supervivencia. Aquí, ante la falta, se Inventa (lo que se puede). Y allí estuve yo para comprobar que muchas de las cosas perversas que se dice de Cuba es pura mentira con muy malas intenciones. Se vive relativamente bien. A no ser que se quiera vivir como un "opulento americano", entonces sí que hay que salir de la isla. Pero en Cuba se vive mejor que muchos países centroamericanos. La seguridad, la amabilidad, los cambios que se están produciendo (lentamente, pero CAMBIOS), hace que esta isla sea un destino más que excelente. Es caro, carísimo, si se quiere disfrutar de lujos. Estoy seguro que cuando se libere definitivamente el bloqueo y haya una sola moneda en curso, Cuba será un destino mucho más económico. Allí están los codiciosos buitres a la espera, deseosos de entrar en la isla para convertirla en otra más del "todo se puede" del Caribe
No sé cuál sería el resultado final pero, de cualquier manera, he querido visitar esta isla antes de que todo cambie!.