La parada de la Cía. Viazul de Matanzas se encuentra en la estación de Omnibus, en la calle 171 (Carretera Central), a
pocos minutos a pie desde el Puente metálico Calixto García, por la calle 272. Desde ahí se
pueden tomar guaguas a diferentes destinos. Uno de ellos es hacia La Habana (7cuc),
una guagua bien "refrigerada", como todas las de esta compañía, y que está en buenas condiciones de mantenimiento. La
carretera también.
Atravesamos pequeños asentamientos de viviendas bajas, amplias campiñas verdes donde predominan las Palmeras Reales y cruzamos el Puente Bacunayagua, una intrépida construcción sostenida por pilares con elegantes arcadas, considerada una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana. Enlaza la zona norte de Matanzas con la capital del país. A punto ya de cumplir medio siglo, por ese viaducto circulan diariamente miles de vehículos y aunque puede considerarse todavía seguro transitan por él mucho más de los previstos antes de su construcción. Desde sus 110mts. de altura se observa a lo lejos por un lado la ostentosa vegetación del extenso y fértil Valle Yamuri y por el otro la desembocadura del cauce de lo que pudo ser un caudaloso río Yamuri y el resplandeciente océano atlántico.
Durante el recorrido se puede observar con intermitencia diversas series de torretas de perforación petrolífera. Dicen que el petróleo que extraen no es de muy buena calidad y que llevan años trabajando en el lugar. Aunque muchas de ellas ya están abandonadas.
La costa por la que vamos circulando está bañada por aguas turquesa y jade donde destacan algunas calas de blanca arena coralina. Playas de Guanabo y Santa María del Mar son destinos de fin de semana bastante visitadas por los cubanos de la capital y de esta zona. Los meses de verano son los de máximo apogeo.
Atravesamos pequeños asentamientos de viviendas bajas, amplias campiñas verdes donde predominan las Palmeras Reales y cruzamos el Puente Bacunayagua, una intrépida construcción sostenida por pilares con elegantes arcadas, considerada una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana. Enlaza la zona norte de Matanzas con la capital del país. A punto ya de cumplir medio siglo, por ese viaducto circulan diariamente miles de vehículos y aunque puede considerarse todavía seguro transitan por él mucho más de los previstos antes de su construcción. Desde sus 110mts. de altura se observa a lo lejos por un lado la ostentosa vegetación del extenso y fértil Valle Yamuri y por el otro la desembocadura del cauce de lo que pudo ser un caudaloso río Yamuri y el resplandeciente océano atlántico.
Durante el recorrido se puede observar con intermitencia diversas series de torretas de perforación petrolífera. Dicen que el petróleo que extraen no es de muy buena calidad y que llevan años trabajando en el lugar. Aunque muchas de ellas ya están abandonadas.
La costa por la que vamos circulando está bañada por aguas turquesa y jade donde destacan algunas calas de blanca arena coralina. Playas de Guanabo y Santa María del Mar son destinos de fin de semana bastante visitadas por los cubanos de la capital y de esta zona. Los meses de verano son los de máximo apogeo.
Guanabo es una pequeña ciudad de unos 12.000 habitantes situada a 20kms. de La Habana. Su playa de arena coralina es algo rústica pero de excelente calidad, agua azul turquesa y con una temperatura que permite el baño durante todo el año. Hay posibilidad de hospedarse en casas particulares.
Santa María del Mar posee una mayor infraestructura
para el turismo con cantidad de hoteles de alta calidad
Para quienes se quedan en la zona
de Habana Vieja o Central,
el guaguero se detiene justo a la salida del túnel de la Avenida del Puerto, que pasa por debajo de la bahía de la Habana, a pocos metros del Museo de la Revolución.
Un revuelo de ciclotaxistas y
comisionistas de Casas Particulares esperan la bajada de los pasajeros para
informarles sobre los alojamientos -con su correspondiente comisión por noche (normalmente 5cuc) que será cargada en el precio de la
habitación-, o trasladarlos a sus destinos correspondientes a desorbitados
precios.
Yo me hospedé primeramente en la
calle San Rafael, una zona muy activa de la Habana Central donde se concentran los comercios en general a los que acuden los habaneros para realizar sus compras diarias, muchas tienditas, ventanas de casas que dan a
la calle ofreciendo todo tipo de comidas o bebidas, cafeterías, pequeños restaurantes y algunos Paladares que proponen simples
comidas a muy buenos precios (en moneda nacional o Peso Cubano CUP). También en CUC.
Como la casa de huéspedes (Casa Particular) que elegí quedarme no fue de mi agrado (había llamado un día antes por teléfono para reservar habitación) ya que sus propietarios son personas bastantes mayores y cada vez que regresara a casa de noche tendría que tocar el timbre y despertarlos para que me abriesen la puerta del zaguán, consideré que no era plan seguir hospedándome allí a pesar de que ellos me advirtieran que no había problema por ello. La situación del inmueble ciertamente es inmejorable y es de las más económicas de la zona (20cuc). Dispone de buenas vistas desde la azotea, donde se encuentra la habitación, a la estrecha calle inmersa entre vetustos edificios coloniales y su gente del barrio realizando sus rutinarias costumbres, principalmente los más jóvenes que se reúnen para jugar o charlar en grupo, vecinas que se llaman a gritos, vendedores ambulantes que vociferan sus artículos, compradores de ventiladores rotos o los mayores sentados en las puertas de sus zaguanes "alegando" tranquilamente. Es característico que en cualquier calle de esta capital suceda casi a diario los mismos acontecimientos.
Pero preferí buscar otro lugar céntrico donde alojarme con más libertad de movimiento. Así pues, mapa en mano lo primero que hice fue callejear unas pocas horas por la zona en busca de Casas a precio asequible, también en busca de lugares baratos donde comer e investigar un poco por las calles de La Habana Vieja : pasando por el Capitolio Nacional, que está en obras éstos días y cuando se reabra ya no será un museo como lo fue en el pasado donde se pueda explorar las diferentes cámaras, las habitaciones y usar Internet mientras se toma unas cervecitas con vistas al Prado. Será convertido en oficinas. Luego por Prado hacia Obispo, la principal calle peatonal, lleno de turistas
como cabría esperar, con un montón de entretenimiento y de "momentos fotos". Me encontré con mimos, exposiciones de arte, de cuadros, músicos tocando en los bancos de algunos parques, personas y animales vestidos sólo
para ser fotografiados (el Che, dos santeras con puros apagados haciendo poses, tres hermosos perros pequeños con gafas y sombreros de
paja sentados en una cesta de una bicicleta esperando pacientemente, y que parecían
bastante contentos de aceptar la constante atención, o un perro con una rata
blanca en su espalda. Terrazas y bares con música palpitante en vivo, Museos y Galerías en abundancia. Algunos de
los más pequeños son gratis, pero el resto el costo de las entradas puede hacer disparar muy rápidamente el presupuesto diario. Determinadas salas no permiten la fotografía y aquellas en las que sí se puede normalmente piden una cuota
de 5cuc adicional por cámara.
Continuando hacia la calle empedrado y su "Bodeguita del Medio", la Catedral, la Plaza de Armas, el Templete, el Castillo de la Real Fuerza, y llegando finalmente a parte de su Malecón (mide aprox. 7kms.) para sentarme, ya atardeciendo, y degustar mi primera más que ansiada Cerveza Bucanero bien fría mientras observaba por un lado el movimiento de vetustos "carros" por la Avda. del Puerto, y por el otro la bahía de la Habana, donde se puede admirar desde la orilla del Reparto (barrio) Casablanca, la enorme estatua del Cristo de La Havana, hasta la Fortaleza San Carlos y el Castillo de los Tres Santos Reyes Magnos del Morro.
Ya anocheciendo, buscando un lugar donde cenar cerca de donde mi alojamiento entré
en Bea, una Cafetería de comida rápida, para pedir un plato de espaguetis con jamón (1,30cuc) y tomar unas cervezas Cristal (1cuc). Mientras veía unos
vídeos musicales en su televisor de plasma conocí a Yaneli, una joven que visitaba
en ese momento a sus ex-compañeras de trabajo. En seguida identificó mi acento
canario ya que tiene algún amigo palmero. Entre cervezas, música y distendida charla, al comentarle que en mis planes de viaje por Cuba estaba poder asistir a una
celebración de los "Quince Años" (fiesta tradicional de
cumple años muy especial para las jovencitas cubanas) me advirtió que casualmente
ese mismo sábado se iba a celebrar una en casa de sus allegados. Bingo!!, no me lo podía creer!. Me invitó, así que iríamos juntos.
La Fiesta de los Quince la celebran todas la familias cubanas (las que pueden) y recae en la niña que va a pasar por esa "edad especial" en la que ya pueden arreglarse como las mayores. Viene a ser una mayoría de edad social. Es decir, usar taconazos, teñirse el pelo, tatuarse "de verdad", tener novio serio....
Es posible pasar muchas horas simplemente vagando tranquilamente por las calles, pero sí que vi a muchos turistas hartos de la constante insistencia de jóvenes ofreciendo tabaco, taxis, cocotaxis, bici-taxis o paseos en coches de caballos. Al igual que en Matanzas, gracias al color de mi piel y mi vestimenta (parecido a ellos), no fui centro de atención de esos buscavidas. Y se agradece!.
Muchas viviendas donde habitan familias enteras están en estado realmente ruinoso, otros edificios de hermosas fachadas están caóticas y con claros indicios de posible caída a la vía pública, pero también hay muchos otros en muy buen estado de conservación. Hay bastantes obras por toda la ciudad y eso es una muy buena señal pues se está invirtiendo gran cantidad de dinero por parte del gobierno y por diferentes organizaciones internacionales.La Fiesta de los Quince la celebran todas la familias cubanas (las que pueden) y recae en la niña que va a pasar por esa "edad especial" en la que ya pueden arreglarse como las mayores. Viene a ser una mayoría de edad social. Es decir, usar taconazos, teñirse el pelo, tatuarse "de verdad", tener novio serio....
Lo primero que me llamó la atención fue una pequeña libreta
que tenían sobre la mesa, la famosa “Libreta de Racionamiento”. Risas aparentes
me dieron a entender que de racionamiento poco. Se quejaban principalmente de
la bajísima calidad y la escasez de los productos que corresponde a cada cubano. Dicen que con
la libreta nadie vive, pero sin la libreta muchos no podrían seguir viviendo.
Las tiendas estatales se encargan de distribuir esas “raciones”
(cuando hay) y, a pesar de su carácter “igualitario”, ha ofrecido durante más de cincuenta años a todos los ciudadanos cubanos el acceso a unos pocos alimentos básicos, pero a precios muy asequibles. Son alimentos subvencionados por el estado que asume el 90% del precio y regula al detalle qué y cuánto puede comprar cada cubano pero desgraciadamente mientras siga el execrable bloqueo económico de la extrema derecha americana y europea, hasta ahora no hay otra alternativa.
Por otro lado, existe la picaresca de prácticas de
trueque y reventa en el mercado negro (como sucede constantemente en Venezuela). Todos están de acuerdo en que la apertura económica que está
sucediendo lentamente en Cuba por parte del gobierno de Raúl Castro la condenarán a su desaparición en breve.
Hablamos de todo. De antes y después de la Revolución. De cómo han cambiado la vida de los cubanos con los Castros. De la política que actualmente implanta Raúl, el nuevo presidente del estado. De los CDR (Comité de Defensa de la Revolución), el "Gran Hermano del gobierno", los ojos que todo lo ve, del férreo control mediante el "Chivateo" para conseguir mejoras sociales a costa de los que tienen una opinión particular de la política actual, aunque ya no es tan duro como antaño. Así pues, ningún barrio se escapa de su control. Parece ser que quien quiera conseguir un puesto de trabajo es necesario un informe favorable del comité!.
Los siguientes días seguiría callejeando relajadamente con Yaneli que me acompañaría en ocasiones como guía mostrándome algunas costumbres, los precios que pagan y las maneras de trasladarme en los distintos transportes públicos por La Habana y barrios adyacentes, visitando primeramente el barrio de Regla donde se encuentra su ermita y el Museo del mismo nombre.
Regla se caracteriza porque muchos de sus habitantes tienen un contacto muy cercano con la Santería Cubana (religión sincrética afrocubana) aunque no se aprecie a primera vista.
Se trata de un lugar con genuina cultura afro-hispánica, pues desde el s.XIX los esclavos traídos hasta aquí han desarrollado sus cultos de origen africano que hoy caracterizan la vida religiosa local. Cada uno de ellos aportó a la cultura popular del país sus componentes de música, cantos, bailes, artesanía ritual y comidas, y precisamente en su Museo se exhiben objetos de uso religioso que testimonian su presencia en esta localidad.
La Sociedad Secreta Abakuá (o Ñañiguismo), la Regla de Ocha (o Santería) y la religión Conga (o Regla de Palo Monte) predominan entre los referidos cultos. Los conocedores aseguran que Regla es considerada la "cuna del ñañiguismo afrocubano", por ser el lugar de creación en 1836 de la primera sociedad ñáñiga bajo el nombre de Efik Butón.
Este templo, construido definitivamente en 1.818 tras diferentes incidentes, desde sus inicios ha sido escenario de hechos históricos que han marcado a la localidad y la han transcendido, desde los propios sucesos encajados en la leyenda popular, en relación con la Virgen, los personajes que han estado vinculados al lugar y que le otorgan gran valor histórico, hasta el carácter mítico de la Virgen como protectora de las aguas.
El otro elemento que destaca en la fachada es la torre campanario: cuadrangular levantado sobre una base, horadado en cada una de sus caras por vanos con arcos de medio punto -a cada uno le corresponde una campana-. La cúpula esférica, apoyada sobre este volumen cúbico, sostiene a su vez una linterna cubierta con un pequeña cupulilla donde se asienta una cruz de hierro.
Desde la entrada se aprecia, al fondo, el altar mayor recortado sobre la pared blanca, donde se establece un contrapunteo entre influencias neoclásicas y algunas reminiscencias barrocas. Justo en el centro se encuentra la imagen de la patrona de las aguas -una réplica de la Virgen de Regla-, que continúa fiel a la descripción de la versión original, a excepción de una llave a sus pies, símbolo de la capital y de su ornamentación con siete collares policromados , que visto desde lejos semeja la bóveda celeste.
Por el lado izquierdo del altar mayor se encuentran unas figuras de Santa Teresita (Santa Teresa del Niño Jesús), Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa; a esta altura se haya la entrada que conduce al altar consagrado a la Patrona de la bahía y a la modesta capilla del Santísimo, en lo que pudiera considerarse una nave lateral, precedida del altar dedicado a la Virgen y un cuadro que representa La última cena; tres reclinatorios y tres filas de bancas componen el espacio, cubierto con techo de madera, mucho más sencillo que el de la nave principal. Luego, las imágenes de Santa Rita de Casia, Jesús de Nazaret y San José, que son interrumpidas por el púlpito; prosiguen, por el propio lado del recinto, San Juan Vianney (Santo Cura de Ars), San Antonio Abad y San Juan Bosco.
Justo en la cara opuesta de la espaciosa nave, reanudando la misma dirección e igual orden, se suceden las imágenes de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, San Antonio de Padua, San Francisco de Asís (San Francisco), San Lázaro, Sagrado Corazón de Jesús, Santa Bárbara, el Niño Jesús de Praga, Nuestra Señora de la Caridad y Nuestra Señora de las Mercedes.
Sin duda alguna este barrio es como un mundo aparte. Su armonía y tranquilidad no tiene que ver en nada con el bullicio de
Su placita Guaicanamar es el centro neurálgico en el que se desarrolla la vida social y bulliciosa de sus habitantes y donde se encuentran el teatro Céspedes y el Café-Restaurante Tropical repleto, en muchas ocasiones, de parroquianos. Un poco más allá está la insigne Colina Lennin, declarada Monumento Nacional en 1.984, al cumplirse 60 años de la muerte de Lenin, y ahora en muy mal estado de conservación. Por ser uno de los lugares más alto del municipio, hace posible que se pueda ver desde varios ángulos un bello panorama de todo el entorno. Puede ser utilizado para la defensa del territorio en caso de ataque enemigo, pues se han construido túneles para proteger a la población en caso de sorpresas inesperadas por aire o mar, ya que esta localidad es uno de los puntos estratégicos que puede tener en cuenta el enemigo debido a la existencia de instalaciones económicas muy importantes para el desarrollo del país.
La primera sorpresa del viaje llegaría el sábado cuando gracias a Yaneli, Chabeli, Luisa, Astric, Yaima, Fani, Ricardo, Echun y demás, pude asistir al quince Cumpleaños de Talía, hija de Mercedes en Vedado, un barrio de
Cuando llegamos estaban comenzando a hacer un puerco (cochino) en el patio trasero de la casa -que no es otra cosa que un pequeño descampado rodeado de estacas de maderas y algunos árboles que hacen de deslinde del terreno- dentro de un bidón al fuego de maderos. Otra parte del gorrino iba a ser asado en barbacoa para hacer Chicharritos (corteza frita).
En dos mesas se pondrían varias bandejas de arroz y frijoles (congrí), boniato sancochado, ensalada de pasta, la carne de cochino, albóndigas, bocaditos de jamón y dos tartas encargadas en una tienda de dulces.
En dos mesas se pondrían varias bandejas de arroz y frijoles (congrí), boniato sancochado, ensalada de pasta, la carne de cochino, albóndigas, bocaditos de jamón y dos tartas encargadas en una tienda de dulces.
Una fiesta que no se caracterizó precisamente por la profusión de fotografías de familiares e invitados para inmortalizar el memorable evento, y eso que casi todos tenían teléfonos con cámaras. Ni siquiera la cumpleañera cortó las tartas, ni dio paso a comerla (?). Es decir, que cada uno podía servirse trozos en cualquier momento sin avisar ni contar con los demás (?).
En Cuba, como antaño en España, en las casas llegan a habitar varias generaciones, repartiéndose las habitaciones y las camas como se pueda. Pocos muebles y mucho espacio para compartir. Sin embargo, casi todas tienen Televisor de plasma, Video, Lectores de Cd/Dvd y aparatos de música.
Al caer la noche, una gran cantidad de invitados acudió a la casa, muchos de ellos eran de la edad de Talía, por lo que algunos se cogieron una buena cogorza (estar "tomado"). Entre cantos, bailes de reguetón y salsa cubana discurrió el jolgorio. Me pareció una celebración carente de complicidad familiar. Incluso la niña, según me contó la madre, no quiso obsequios sino dinero para comprarse SU ropa. La sesión fotográfica del "book" suele costar más que la propia fiesta, y todas quieren su particular Reportaje en el Libro de Fotos. Varios grotescos trajes de Princesa, o de Boda, o de Fantasía, no sé como explicarlo, son cedidos por el fotógrafo e incluidos en el precio del reportaje.
Puedo pensar que los "Quince" es más simbólico que real. Es la edad, según ellas, más bonita. Parece ser que tienen claro que luego se van desbaratando toda, o algo así (?). Pero esta fiesta me resultó si acaso extraña por un exceso de apariencia por parte de la niña y algunas de sus amigas. Ni que decir de las "posturitas" de los muchachitos bien peinados con fijador, cejas depiladas y "ropita" de marca!!.
Puedo pensar que los "Quince" es más simbólico que real. Es la edad, según ellas, más bonita. Parece ser que tienen claro que luego se van desbaratando toda, o algo así (?). Pero esta fiesta me resultó si acaso extraña por un exceso de apariencia por parte de la niña y algunas de sus amigas. Ni que decir de las "posturitas" de los muchachitos bien peinados con fijador, cejas depiladas y "ropita" de marca!!.
La niña salió con enormes zapatos de plataformas y taconazos verdes chillón haciendo juego con el traje (tipo palabra de honor) estampado con colores de verano. Se cambió en varias ocasiones de ropa durante la noche. El tocado sencillito del pelo indicaba prácticamente su estatus en este grupo social que se prima mucho la apariencia, o la falsa opulencia, aunque aquí en Cuba casi nadie lo pasa tan mal (al menos como se nos quiere vender allende los mares). Se vive relativamente bien si lo comparamos a Europa. Nadie pasa hambre y todos tienen donde dormir. Por mi experiencia, estoy muy seguro que en mi isla hay muchos más necesitados que en ésta.
Había oído y leído que se realizan otras celebraciones (jolgorio) mucho más espléndidas en la calle del barrio con orquesta o Dj. Pero eso suele ser de gente que puede invertir más dinero en la fiesta de su hija, y aparentar que se tiene mucho aunque no sea cierto. En muchísimos casos el dinero llega de familiares que trabajan y viven fuera de la isla.
Sin duda alguna, en Cuba no hay que entender nada. Todo discurre como es y viven evidentemente a su manera.
Algo anecdótico le sucedió el año pasado a un viajero francés que conocí el otro día. Fue invitado el día de los padres en la Casa donde se hospedaba. Me contó que se reunió casi toda la familia en la mesa para almorzar. Una vez acabados de comer ofrecieron los regalos al padre y cada uno se fue por donde vino. Sin más. No hubo nada más. Se quedó con su mujer sentado, asombrado, mientras todos se iban yendo. Le pareció poco ético. Pero así parece ser que son las costumbres!! Cierto es que aquí en esta isla ya nada me parece extraño.
Y al día siguiente, domingo, me invitaron al Club Cristino Naranjo, un lugar frecuentado por los "señoritos" de La Habana -principalmente militares de graduación, policías y algunos políticos- que suelen ir acompañados de sus familiares o amistades cercanas. Una enorme piscina junto a una playa artificial con un espigón de cemento protector de olas hacen las delicias de los usuarios. Pero lo más asombroso fue a la hora de almorzar en el restaurante. Por 80cup (poco más de 3€) comimos en abundancia cinco personas: Platos de Arroz con Frijoles, Pollo, Cerdo, Ensalada, Refresco, Café. En los puestos baratos de la calle costaría cinco veces más. Siii, comida muy económica para la "casta" cubana!. Visto todo eso, parece que no hay igualdad de clase social en Cuba, esa igualdad tan proclamada en los carteles instalados por este gobierno panfletero comunista en las calles y carreteras del país.
Un clásico al atardecer en La Habana es "El Cañonazo", un disparo de cañón desde
La Fortaleza, que se recorre tranquilamente en un par de horas, tiene forma poligonal y está compuesta por baluartes, revellines, fosos, camino cubierto, cuarteles y almacenes. Allí mismo se puede comer y beber a precios económicos en su bar-restaurante. Lo único desagradable es la cantidad de turistas bulliciosos que traen las guaguas de los hoteles y que resulta agobiante. Algunos cubanos se acercan también con sus "carros". Las vistas que se tienen desde sus murallas sobre la capital y su malecón son extraordinarias, principalmente al atardecer, con la puesta de sol.
El espectáculo nocturno tiene como escenario
La vuelta la hicimos en uno de los taxis que esperan en la puerta, atravesando el túnel de la bahía hasta el centro de la ciudad (3cuc). Esta obra fue realizada por los americanos en 1.953 aunque el proyecto fue diseñado por ingenieros franceses.
Caminando por Galiano,
una de sus palpitantes calles principales, llegamos al Barrio
Chino. Buen, lo que queda ya de él. Abarca cuatro o cinco calles
pequeñas: la Calzada de Zanja, Calle Rayo, Calle San Nicolás, y
la más característica de todas, la Calle Dragones.
Los colonos españoles trajeron en 1.847 trabajadores chinos poco tiempo después de que Inglaterra promoviera la
contratación de inmigrantes como vía para sustituir a los esclavos en las
plantaciones azucareras, cafetales y vegas de tabaco de sus dominios territoriales, una vez erradicada la trata
negrera. Ocho años más tarde se establecieron definitivamente en Cuba, donde sus descendientes se fueron
casando con cubanos. En 1.858 los primeros chinos que comerciaron en La Habana lo hicieron con
una pequeña pensión y con un puesto de frutas y hortalizas. En las diferentes guerras de independencia (entre 1.868 y 1.898), había cubanos de ascendencia china que lucharon contra los
colonizadores españoles.
A mediados de la década de 1.920 el Barrio Chino de La Habana
había experimentado un notable desarrollo, basado fundamentalmente en las
actividades mercantiles que fomentaban sus pobladores. Con el crecimiento
urbanístico de la capital, el Chinatown
habanero pasó a formar parte de una céntrica zona estratégicamente
situada desde el punto de vista comercial. A pesar de su reducido perímetro, el barrio fue sede de diversos y prósperos negocios tales como tiendas y almacenes
con mercancías exóticas, zapaterías, puestos de frutas, fondas, trenes de
lavado, etc. Al éxito contribuyó la laboriosidad y el carácter
emprendedor y austero de muchos de sus habitantes.
Contrariamente a la vigencia de una ley que prohibía la
inmigración china, la introducción en el país de más orientales se había
convertido en un lucrativo negocio. Con la complicidad de determinados
funcionarios miles de chinos entraron al país bajo el calificativo de
“comerciantes” o “estudiantes”. El tráfico de chinos no era el único negocio
despreciable. Determinados personajes se enriquecieron explotando de forma corrupta a sus paisanos y fomentando negocios de juego y contrabando de drogas, el opio
en particular.
El Barrio Chino de La Habana no podía ser una excepción en
el panorama de corrupción imperante en el país. Los miembros más prominentes de
la comunidad china procuraron ganarse el favor de las autoridades cubanas,
principalmente de los funcionarios corruptos del gobierno de turno.
En el período que va hasta 1.959 Cuba tenía una población china muy próspera, y su Barrio era el centro de la vida
nocturna de mala muerte que atrajo a la isla a muchos turistas amantes de los excesos. Estos incluían espectáculos de sexo en vivo, como se retrató en aquella escena de la película El Padrino (2ª Parte, creo), cabarés, cine con pornografía, tugurios
de mala muerte, almacenes con todo tipo de mercancía… Cuando Fidel entró en La Habana en 1959, estaba considerado el cuarto barrio chino más
grande en las Américas después de
Nueva York, San Francisco y Los Angeles.
Como muchos otros “bisnes” extranjeros, fueron desapareciendo en los siguientes años. Los orientales comenzaron a marcharse de Cuba sabiendo que su riquísimo mercado
estaba siendo prohibido por la Revolución. Hoy día es desolador pasar por sus calles pues casi todos sus negocios siguen cerrados.
Solo ha resistido algún que otro restaurante a los cuales ni me atreví a meter la cabeza
para “holiznear”.
Aún así, los efectos de la cultura china siguen siendo
evidentes en Cuba. "mi china"
se utiliza como una expresión de cariño y hay cientos de refranes que aún
continúan escribiéndose y diciéndose en todas partes de la ciudad.El siguiente sábado acudimos una mitad del grupo en el coche de Julito -marido Luisa- y la otra en una camioneta de 8 pax., que es taxi compartido (25cup/p.p.), "de cubaneo" a la playa de Santa María (Marazul), dirección Playas del Este.
Es larga, de fina arena coralina, hamacas (3cuc) y sombrillas (3cuc), con varios kioskos de bebidas frías y comida para llevar -barbacoa de carne de puerco, pollo, arroz y frijoles (congrí) o hamburguesas- y cervezas Cristal (1cuc).
Una característica divertida
de las playas cubanas son las actuaciones de grupos musicales que por 3 o
5cuc interpretan varias canciones a petición de los usuarios de la misma que estén
dispuestos a pagarles para bailar sobre la arena. Luego, otra gente aprovechando la ocasión se aproximan, cantan y
bailan igualmente, creándose un ambiente muy particular. No vi a otro turista por ahí, tan sólo a un piloto de avión cántabro que vive ahora en Gran Canaria, que casualmente estaba con una de las chicas del grupo nuestro y que había conocido
hacía varios días.
Al atardecer hay muchos carros (taxis compartidos) esperando la salida
de los usuarios de la playa para llevarlos de vuelta a sus destinos correspondientes (20cup/pax.). Esta vez un almendrón (taxi compartido con más de un siglo "sobre sus ruedas") nos trajo hasta el centro, dando tiempo
a callejear un poco antes de subir a Casa para descansar tras un agotador día de sol, música y baño.
Un mini-mini café sólo (1cup), un jugo de guarapo (1cup) con hielo -que no me preocupa el agua con el que está hecho-, un fresquísimo jugo de cualquier fruta (2cup) -tamarindo, fruta bomba o papaya, mango, piña.... Espera que pasa "el hombre" con el carrito de tamales envueltos en una hoja de banano (5cup), y luego el de las frutas, o el que vende helados (3cup),... Aquí hay donde comer, y baratísimo.
La calle es un espacio público donde se representa la tragicomedia de la vida cubana, donde se sobrevive, se convive, o se juega. Donde todos participan a su manera. Todo lo que la obcecada ultraderecha americana, o española, se ha esforzado en hacernos creer lo desmiente la realidad que estoy viviendo aquí. Nadie pasa hambre. Nadie se muere por las calles. El cubano es feliz donde vive "resolviendo" o "inventando" de todo para salir del paso. Estoy muy seguro que en mi ciudad hay más desgraciados que aquí. Los pocos indigentes que deambulan por las calles arrastran problemas psicológicos. Poco se puede hacer por ellos porque simplemente prefiere continuar vagando en busca de alcohol que echarse para seguir su rutinaria y penosa vida.
Sólo los que aspiran a mucho más de lo esencial que realmente se necesita quiere huir de Cuba. Y el país está cambiando más rápidamente de lo que se cree en la isla. Desde que los putos americanos liberen el embargo, Cuba será más libre. Y los cubanos muchísimo más. Raúl Castro dentro de poco dejará el poder y con un poco de suerte su sucesor será mucho más amistoso con los yanquis. Eso abrirá mas puertas. Espero!!
Por momentos pienso: "Que suerte tengo de estar aquí antes de que Cuba cambie", porque considero que nada será igual después.