Mi siguiente y
definitivo destino es la Costa del Sur de la isla. Me queda ya menos de dos
semanas para concluir este viaje.
Por la mañana D.
José llamó a un chófer amigo suyo que trabaja en la compañía de guaguas que se dirige a Sto. Domingo para que pasase por el hotel y me recogiera, y así evitarme el
ir en Concho a la estación. No había pasado ni veinte minutos y ya tenía una
guagua claxonando en la puerta del hotel!.
Al subir me
encontré con varios pasajeros en su interior que también habían sido recogidos
de igual manera. Esto es un procedimiento muy usual en este país, tanto para
salir como llegando al destino final cuando van dejando a los pasajeros según
se lo van pidiendo al chófer antes de alcanzar la estación final.
La autovía 103 que
va de Sabana de la Mar hacia el S. está siendo asfaltada en pequeños tramos, pero la conducción es fabulosa. Después de Hato Mayor del Rey se convierte en autovía 4 (Carretera Mella) hasta San Pedro de Marcorís. La vegetación que bordea la carretera es espesa, verde, rebosante. Es una región plenamente agrícola y las plantaciones son numerosas, desde bananas a caña de azúcar. Se observan numerosos Bateyes donde habitan muchos haitianos que cobran una miseria por realizar el trabajo que los dominicanos encuentran demasiado duro: el corte de caña bajo el apabullante calor de estas tierras. Destaca la arquitectura popular de viviendas campesinas de madera con techo corrugado a dos aguas y el intenso colorido con las que son pintadas en conjunción con otras de cemento.
En poco más de una hora ya estábamos circulando por la Autovía 3 (del Este) que se dirige a la capital vía Boca Chica.
En poco más de una hora ya estábamos circulando por la Autovía 3 (del Este) que se dirige a la capital vía Boca Chica.
Mi siguiente
parada sería en uno de los cruces de entrada a la playa de Boca Chica. A pocos
metros se encuentra el hotel Villa Sans Souci (>20$) donde me he estado
quedando, algo alejado del ruido de las zonas de más movida nocturna y playera.
Aunque es imposible por la noche no escuchar los acelerones de los MotoConchos,
a prostitutas o a algún que otro guiri borracho por la calle gritar o hablar en voz alta en
los puestos de comida. Sabía a donde me dirigía así que todo eso era de esperar.
Boca Chica fue una
de las primeras áreas en desarrollarse como destino turístico debido a su
proximidad a la capital y al aeropuerto internacional Las Américas, a sólo 10min. en coche.
Desde hace tiempo
es principal destino de "viejos pellejudos" en busca de putas jóvenes,
con una animadísima costa de Resorts y hoteles de todos los precios que
mantiene aún su genuino color local. Durante todo el
día B.C. está llena de vida y música que sale de los Colmados y de algunas casas
particulares. Locales y extranjeros se mezclan, nadan, toman bebidas o comen en
los bares.
La calle principal
"Duarte" que va paralela a la playa está llena de restaurantes,
bares, tiendas de souvenires y en muchos lugares, expuestos sobre las aceras, se
pueden comprar coloridos cuadros pintados a mano representando exóticos
paisajes isleños.
Los restaurantes
de playa sirven principalmente cócteles y bebidas de alta graduación, batidas de frutas tropicales, mariscos, pescado frito, langosta, camarones, comida criolla, pasta, sándwiches...
Sobre la arena han dispuesto una serie de sombrillas, sillas, mesas y tumbonas, donde se puede beber también elaborados cócteles mientras se remojan los pies.
Sobre la arena han dispuesto una serie de sombrillas, sillas, mesas y tumbonas, donde se puede beber también elaborados cócteles mientras se remojan los pies.
Músicos deambulan
por la arena y "explayan" sus rítmicos merengues llenos de vida a
quienes les paguen por ello mientras pasan cerca de las mesas y hamacas los ambulantes con triciclos vendiendo Cocos y otras
frutas tropicales, vendedores de Mariscos, de Lambí, Queso blanco, Chicharrones (o
cortezas de cerdo), Yaniqueques, Piñas de Maíz sancochado, Bananas, Helados....
Pero si se quiere
descubrir otras partes de la isla, las agencias turísticas locales ofertan diariamente
excursiones a los lugares más populares de la isla.
Las guaguas vienen de Sto. Domingo hasta la Plaza Central casi cada 15min. mientras los
Conchos negocian los precios de las distancias a recorrer con los turistas,
aunque prácticamente todo en B.C. está a unos pocos pasos. Éstos circulan aquí también como maníacos entre el tráfico mientras tocan el claxon incansablemente. Los vecinos
los prefieren por lo económico y rápidos que son, aunque muy peligrosos. Una
imagen muy habitual es ver a 3 montados en la moto, 4, incluso hasta 6!!. Lo paradójico es que aún no los he visto caer ni accidentarse!.
B.C. es un golfo
de aguas poco profundas (hasta metro y medio de profundidad), algo más caliente debido a una larga barra coralina que frena las olas y la hace muy segura. Le llaman "la bañera más grande del mundo". Dos minúsculas
islas, Los Pinos y La Matica se perfilan en el horizonte. Dicen que en marea baja
se puede llegar caminando. Algunos turistas palean hasta allí con los kayaks o
con las tablas de Windsurfing que alquilan en la playa.
Varios
entretenimientos acuáticos distraen también a lo grupos de dominicanos que hasta aquí
llegan de vacaciones, o de domingueros: Motos de agua, la banana o el sillón
tirado por una barca de pescadores.
Hay varios tramos de playas bastante diferenciado: la zona de los turistas y locales con impolutas hamacas y bares chillout, y la playa casi exclusiva de dominicanos que es donde los precios de todo lo que venden son populares. Bares de playa para bailar, puestos de pescado frito (>200P), tumbonas deterioradas, parquin....
Hay varios tramos de playas bastante diferenciado: la zona de los turistas y locales con impolutas hamacas y bares chillout, y la playa casi exclusiva de dominicanos que es donde los precios de todo lo que venden son populares. Bares de playa para bailar, puestos de pescado frito (>200P), tumbonas deterioradas, parquin....
Me llamaba bastante la atención al leer en diversos foros de interné que muchos turistas se quejan
de lo molesto que puede llegar a ser pasear por las calles o la playa, de la gente
que se pasan el día pidiendo o vendiendo, de niños muy pequeños limpiando zapatos
y aprovechan de paso para mendigar, de mujeres ofreciéndose en la vía publica o en la playa.... Es cierto que es
un continuo paso de "pedilones", gente que han encontrado una forma
de vida fácil de vivir de los demás en una zona muy turística y de eso se aprovechan con "sus
cuentos" y penosas historias pues los dominicanos son, por norma general, muy buenos
mentirosos y peliculeros (confirmado por las dominicanas!).
Hay muchísima
prostitución, principalmente por la noche pero las zonas están bien
diferenciada. La calle Duarte se cierra al tráfico por la noche y sus bares y
restaurantes sacan las mesas y las sillas a la vía pública. Es ahí donde se centra todo el comercio sexual.
Jovencitas se lanzan a la captura del viejo adinerado para irse con ellos al
hotel.
Algunos colmados
tienen sillas y allí también se sientan los pescadores de "sexo rápido". Varios
restaurantes tienen pequeñas pistas de bailes y son también otros puntos de
encuentro. Y los lugares ocultos que muy pocos conocen para contactar tienen igualmente bastante movimiento.
La prostitución
está muy generalizada en R.D. desde hace mucho tiempo. El que la mujer quede
embarazada desde muy joven y sea abandonada por su pareja es el pretexto o
motivo para buscarse la vida en la calle. Hay muchas que ganan bastante dinero
con las burradas que mucho viejos pagan por pasarse varios días o semanas con él.
Hay hoteles que también las "Incluyen" en el "Pack". El
turismo sexual aquí compite con Filipinas, Tailandia o Camboya.
Todos ganan en
este negocio. Hasta la corrupta policía dominicana.
Gracias EEUU por
incentivar el negocio!! En Cuba no podrás!! Aunque te joda mucho y putees tanto por
ello!!