Siguiendo
el plan de viaje, y como quería ir nuevamente a la costa Norte (Océano
Atlántico) para visitar la Península de Samaná me detuve, de camino, en Higüey para visitar la
Basílica de la Virgen de Nuestra Señora de Altagracia, un curioso mamotreto Catedral y Basílica, declarado "Monumento Nacional". Su diseño tan particular me recuerda a un búnker, superada por un enorme arco de 80mts. de altura. Está cargada de gran espiritualidad -tanto cristiana como profana- y puede llegar a albergar hasta 3.000 fieles, haciendo que la ciudad se haya convertido en el principal centro de peregrinaje del país. El 21 de enero se celebra su día grande.
Desde Bayahibe se puede ir a Higüey en transporte público haciendo trasbordo con otra guagua justamente en su salida hacia la autovía. Hay vecinos que desaconsejan a los turistas quedarse solos en ese cruce por temor a posibles robos aunque a pocos cientos de metros hay una gasolinera donde es más seguro esperar por transporte. En cualquier caso sería mejor retroceder a La Romana y coger en su estación una de las tantas que van directamente hasta allí.
Desde La Romana se tarda menos de una hora en guagua "Exprés" aunque va haciendo algunas paradas por el camino para dejar a quienes lo vayan pidiendo. Me he quedado junto a la Basílica de Altagracia, en el hotel El Nilo (700P) que se encuentra en la intersección a pocos metros de la entrada. Es algo viejo y un poco sucio pero ideal para pasar alguna noche. Por los alrededores se concentran muchos otros hoteles baratos para dar cobijo a los peregrinos que hasta allí van. También está lleno de bares y restaurantes económicos.
En la Avda. Felipe Alfau se encuentran todas las tiendas, farmacias y varios Mercados, generando una de las zonas más activas de la ciudad.
Desde Bayahibe se puede ir a Higüey en transporte público haciendo trasbordo con otra guagua justamente en su salida hacia la autovía. Hay vecinos que desaconsejan a los turistas quedarse solos en ese cruce por temor a posibles robos aunque a pocos cientos de metros hay una gasolinera donde es más seguro esperar por transporte. En cualquier caso sería mejor retroceder a La Romana y coger en su estación una de las tantas que van directamente hasta allí.
Desde La Romana se tarda menos de una hora en guagua "Exprés" aunque va haciendo algunas paradas por el camino para dejar a quienes lo vayan pidiendo. Me he quedado junto a la Basílica de Altagracia, en el hotel El Nilo (700P) que se encuentra en la intersección a pocos metros de la entrada. Es algo viejo y un poco sucio pero ideal para pasar alguna noche. Por los alrededores se concentran muchos otros hoteles baratos para dar cobijo a los peregrinos que hasta allí van. También está lleno de bares y restaurantes económicos.
En la Avda. Felipe Alfau se encuentran todas las tiendas, farmacias y varios Mercados, generando una de las zonas más activas de la ciudad.
En
la avenida (o bulevar) Altagracia que llega hasta la iglesia San Dionisio, de
arquitectura tradicional del s.XVI,
hay
algunas terrazas y un Centro Cervecero con música dominicana, principalmente
bachata, y está muy animada al anochecer. A las 12 todo debe de cerrar y la
gente que aún queda suele acudir hacia las discos y salas de fiestas para
continuar el jolgorio.
El
siguiente destino sería Las Terrenas justo al N. de la Península de Samaná. Me podría
haber dirigido hasta allí vía Hato Mayor - Sabana de la Mar y cruzar la bahía
en barco, pero como quería estar en Sabana el 19 de marzo para acudir a El Valle, a unos 20kms. ya que había leído que en esa fecha celebran el día de San José, su Patrono y también el aniversario de la última
batalla en la que los dominicanos pudieron rechazar a los haitianos en su
último intento de invasión del país. Hacen todos
los años, al igual que otras poblaciones, un colorido desfile donde participa
todo el pueblo.
Así
pues, elegí cuando regresara de vuelta al S. del país hacer el trayecto por
Sabana de la Mar y aprovechar también para acceder al interior del Parque Nacional
Los Haitises desde allí, donde se encuentran los guarda-parque oficiales.
Desde Higüey me dirigí nuevamente a Sto. Domingo, ya que desconocía que en el cruce de la Autopista Las Américas (km. 20) con Autopista 7 (del Nordeste) hay una pequeña estación de Caribe Tours donde es posible coger la guagua que viene de Sto. Domingo y va directamente a Samana. Me podría haber ahorrado una hora en entrar en la capital y otra en salir.
Así pues bajé cerca de Parque Enriquillo para coger una de las guaguas que van a Samaná (270P), parando en Sanchez y haciendo trasbordo en un minibus que lleva directamente a Las Terrenas (40min./100P). Hay algunas Exprés que van directo a Las Terrenas y a Las Galeras (cuatro al día) pero cuando llegué debía esperar dos horas más hasta su salida. Así que me subí a la que estaba a punto de arrancar en ese momento.
En 2009 el gobierno inauguró la autopista que recorre el país prácticamente en línea recta en sentido Sur-Norte llegando hasta Samaná, realizándose el trayecto desde la capital en apenas dos horas. El primer tramo de la vía atraviesa las llanuras existentes de Bayaguana y Monte Plata, a continuación por terrenos ondulados situados al Este de Sabana Grande de Boyá, mientras que en el segundo tramo cruza las formaciones montañosas al Suroeste del Parque Nacional Los Haitises atravesando la cuenca del bajo Yuna, hasta empalmar con la autopista 5 que lleva hasta Samaná, en el tramo Nagua-Sanchez.
Lo que antes fue una comunidad de pescadores ahora es casi una pequeña comunidad cosmopolita e internacional: italianos, franceses, dominicanos y turistas de todos los países se entremezclan en sus calles, en restaurantes (a precios europeos) dirigidos por muchos expatriados y en playas como Portillo, con un enorme hotel (Grand Bahia Príncipe), al este, o Playa Bonita hacia el oeste, una bahía en forma de media luna bordeada de cocoteros, arboleda y varios enormes hoteles-boutiques (de esos de los caros, carísimos). De fuerte oleaje, es buena para la práctica del Surfing (estos día ha habido demasiado viento y las olas rompían muy mal), arena casi rubia y aguas claras. Se puede acceder a pie bordeando su costa entre la vegetación que llega hasta la misma orilla-, en Moto-concho o a pie por la carretera.
Así pues bajé cerca de Parque Enriquillo para coger una de las guaguas que van a Samaná (270P), parando en Sanchez y haciendo trasbordo en un minibus que lleva directamente a Las Terrenas (40min./100P). Hay algunas Exprés que van directo a Las Terrenas y a Las Galeras (cuatro al día) pero cuando llegué debía esperar dos horas más hasta su salida. Así que me subí a la que estaba a punto de arrancar en ese momento.
En 2009 el gobierno inauguró la autopista que recorre el país prácticamente en línea recta en sentido Sur-Norte llegando hasta Samaná, realizándose el trayecto desde la capital en apenas dos horas. El primer tramo de la vía atraviesa las llanuras existentes de Bayaguana y Monte Plata, a continuación por terrenos ondulados situados al Este de Sabana Grande de Boyá, mientras que en el segundo tramo cruza las formaciones montañosas al Suroeste del Parque Nacional Los Haitises atravesando la cuenca del bajo Yuna, hasta empalmar con la autopista 5 que lleva hasta Samaná, en el tramo Nagua-Sanchez.
Lo que antes fue una comunidad de pescadores ahora es casi una pequeña comunidad cosmopolita e internacional: italianos, franceses, dominicanos y turistas de todos los países se entremezclan en sus calles, en restaurantes (a precios europeos) dirigidos por muchos expatriados y en playas como Portillo, con un enorme hotel (Grand Bahia Príncipe), al este, o Playa Bonita hacia el oeste, una bahía en forma de media luna bordeada de cocoteros, arboleda y varios enormes hoteles-boutiques (de esos de los caros, carísimos). De fuerte oleaje, es buena para la práctica del Surfing (estos día ha habido demasiado viento y las olas rompían muy mal), arena casi rubia y aguas claras. Se puede acceder a pie bordeando su costa entre la vegetación que llega hasta la misma orilla-, en Moto-concho o a pie por la carretera.
Algo
más allá se encuentra Playa Cosón, una de las más hermosas de la región de varios kilómetros de larga, con villas
privadas, complejos hoteleros de todo incluido o pequeñas cabañas. En la orilla de la playa, entre cocoteros, se encuentra un Comedorcito muy famoso dirigido por Luis, su propietario, donde se puede disfrutar de platos de pescados con tostones y ensalada y otras delicias. Una
de las mejores para la práctica de deportes de vela es la Punta Popy, entre Las Terrenas y El Portillo, tranquila de aguas poco profundas, fina arena también blanca y viento casi constante en esta fecha. Su zona de parking es aprovechada por los usuarios con sus rancheras para desplegar sus dispositivos musicales, mesas, sillas y barbacoas para pasar el día de playa en familia. Cerca hay varios bares con mesas y hamacas, casi
sobre el agua para disfrutar ahí "botao", bajo las palmeras, de bebidas y deliciosos platos cocinados allí mismo. Al pedir una cerveza se puede coger una hamaca gratis.
Me
he quedado en Casa Robinson (1.500P), un complejo a pocos metros de la playa con un especial encanto en medio de un jardín muy bien cuidado, entre árboles y hermosas plantas. Las cabañas, a dos alturas, tienen una pequeña terraza en el piso bajo. Las habitaciones son amplias, con ventilador en el techo, nevera y baño. Los propietarios son italianos.
A medio camino entre Las Terrenas, Playa Bonita y Playa Cosón se encuentra Fata Morgana, un complejo económico de varias cabañas con seis habitaciones (>18$ por persona), cocina comunal bien equipada y comedor al aire libre (entre otras muchas facilidades), pero está algo alejado del centro, . Sería
necesario alquilar una bicicleta (15-20$/día) para moverse desde
allí o caminar algo mas de media hora para llegar a los lugares interesantes.
Las Terrenas tiene varios kilómetros de largo y algo apartado de toda la movida turística se encuentran los restaurantes locales a precios económicos. Los de playa son mucho más caro, a excepción de cuatro que llevan ahí toda la vida y aún mantienen el encanto local de siempre. Algunos restaurantes hacen de cada noche una fiesta donde residentes, turistas y dominicanos se reúnen para oír música o bailar merengue, bachata o salsa bebiendo originales cócteles. Los Colmados también, con su música a todo volumen, animan durante todo el día. Siempre hay gente bebiendo cervezas.
Las Terrenas tiene varios kilómetros de largo y algo apartado de toda la movida turística se encuentran los restaurantes locales a precios económicos. Los de playa son mucho más caro, a excepción de cuatro que llevan ahí toda la vida y aún mantienen el encanto local de siempre. Algunos restaurantes hacen de cada noche una fiesta donde residentes, turistas y dominicanos se reúnen para oír música o bailar merengue, bachata o salsa bebiendo originales cócteles. Los Colmados también, con su música a todo volumen, animan durante todo el día. Siempre hay gente bebiendo cervezas.
Quien
visita la zona norte de la península de Samaná no deja pasar el ir a ver la
Cascada de El Limón, considerada la más espectacular de todas en R.D., con más
de 40mts. de caída sobre una piscina natural.
Un poco más abajo, a pocos metros de distancia, produce con su misma agua otra más pequeña.
Un poco más abajo, a pocos metros de distancia, produce con su misma agua otra más pequeña.
Ubicada
en el punto medio entre Las Terrenas y Samaná, es de fácil acceso tanto en
guagua local y motoconcho, como luego a pie por varias entradas donde se
encuentran "las paradas" o ranchos con caballos (algunos en estado
lamentable). Éstos ofrecen paseos a caballo y almuerzo por 20 o 30$, mas la propina
al guía. Los 4kms. de ascenso o descenso, según por donde se comience el
trayecto, llevan directamente hasta la cascada. Los caminos están bien
señalizados y pisados. Un ciego podría llegar hasta alli tan sólo con seguir el
olor a boñiga de los cuadrúpedos. La entrada cuesta 50P.
Entre
que estuvo lloviendo estos días atrás -el camimo estaba muy embarrado-, y que
hay que cruzar varios riachuelos, el trayecto me resultó algo lento y
pesado, pero sencillo de realizar solo (40min. para llegar y 1h. para salir).
A
la entrada del pueblo El Limón hay una piscina de piedra que han construido los
vecinos donde fluye constantemente el agua de un riachuelo. Hay varios colmados
y restaurantes locales ideal para pasar unas horas plácidamente. Excepto los
fines de semana!.
Quería
seguir la ruta hacia Las Galeras, otro antiguo poblado de pescadores que al
igual que Las Terrenas cambiaron las barcas y las redes por mejores viviendas al
vender a intereses extranjeros sus anteriores casas y terrenos, aunque es
muchísimo más tranquilo. Allí el nivel de vida de los turistas es más elevado,
por lo que los alquileres de las habitaciones también lo son. Estaban casi
todos llenos y sus precios no me interesaron por lo que me limité a visitarla
desde Samaná en guagua durante un día. Me desplacé hasta playa Rincón en barca
compartida (15min.) con una pareja de turista, ellos pagaron 35$ y yo, tras
tratarlo con el capitan, 400P (menos de 10$).
Playa
Rincón una vez fue, por su ubicación y su configuración en forma de golfo que la protege del oleaje, considerada una de las mejores playas del
Caribe, pero ahora las fuertes corrientes se han encargado de llevarse toda la arena y
cantidad de palmeras de la orilla, hay detritos de ellas, plásticos y gran cantidad
de algas que estos días ha traído las mareas a sus orillas. El olor a podrido
en ciertas partes es muy fuerte.
Pudo ser una de las más hermosas playas del país, con 3kms. de fina arena blanca, agua impoluta, cocoteros, frondosa vegetación, serenidad, etc., etc., pero en estos momentos está muy deteriorada. El baño es mejor en los dos extremos de la playa donde hay algunos restaurantes enclavados en medio de arboleda, de precios elevados, que suelen estafar a los turistas. Hay también muchas tumbonas dispuestas en la orilla y se alquilan por 150P (no rebajan el precio ni siendo el único usuario). De vez en cuando aparecen vecinos vendiendo pan de coco, dulces, manises, bisutería con conchas, sombreros y pamelas de fibra de palmera...
Al otro lado, Caño Frío, una combinación de río, manglar y playa donde se mezcla el agua dulce con la salada. Alquilan canoas para pasear por el interior del manglar.
Pudo ser una de las más hermosas playas del país, con 3kms. de fina arena blanca, agua impoluta, cocoteros, frondosa vegetación, serenidad, etc., etc., pero en estos momentos está muy deteriorada. El baño es mejor en los dos extremos de la playa donde hay algunos restaurantes enclavados en medio de arboleda, de precios elevados, que suelen estafar a los turistas. Hay también muchas tumbonas dispuestas en la orilla y se alquilan por 150P (no rebajan el precio ni siendo el único usuario). De vez en cuando aparecen vecinos vendiendo pan de coco, dulces, manises, bisutería con conchas, sombreros y pamelas de fibra de palmera...
Al otro lado, Caño Frío, una combinación de río, manglar y playa donde se mezcla el agua dulce con la salada. Alquilan canoas para pasear por el interior del manglar.
A
las 4 de la tarde nos vinieron a buscar nuevamente para llevarnos de regreso.
Al
otro lado del pueblo se encuentra Playa Frontón -parece ser que muy buena para observar sus fondos con gafas y tubo- y La Playita, muy concurrida por los locales los fines
de semana.
El
siguiente destino ha sido Santa Bárbara de Samaná, al sur de la provincia de
Samaná. Me he quedado en el hotel Docia (800P) con dos camas,
baño, Tv y ventilador, cerca del malecón, un hotel de mochileros también con
habitaciones económicas compartidas con literas (500P). Lo llevan
dos españoles y aunque está algo deteriorado, es ideal para pasar unos días
ahí. Entre el malecón y la estación de guaguas hay varios hoteles también
económicos.
Desde
aquí algunas compañías turísticas hacen diferentes excursiones con varios tipos
de catamaranes y lanchas (aprox. 55$): visitas a las ballenas jorobadas, día de
playa con almuerzo a Cayo Levantado, al Parque Nacional los Haitises.... O a
Sabana de la Mar en embarcación local (200P).
Cada invierno, de 3.000 a 5.000 ballenas jorobadas migran hacia las cristalinas aguas de la Bahía de Samaná donde se dan cita para el apareo y nacimiento de sus especies. La temporada para observar las ballenas comienza en la mitad del mes de enero y continúa hasta finales de marzo; sin embargo, las excursiones se mantienen vigentes siempre y cuando las ballenas permanezcan en la bahía, como parece que va a suceder este año, posiblemente hasta Semana Santa. El cambio climático es más que evidente!.
Estas tranquilas criaturas se observan en el Santuario de Mamíferos Marinos -establecido en 1966 para proteger en 518km2 a miles de ballenas jorobadas que anualmente migran desde las árticas aguas del norte-.
Cada invierno, de 3.000 a 5.000 ballenas jorobadas migran hacia las cristalinas aguas de la Bahía de Samaná donde se dan cita para el apareo y nacimiento de sus especies. La temporada para observar las ballenas comienza en la mitad del mes de enero y continúa hasta finales de marzo; sin embargo, las excursiones se mantienen vigentes siempre y cuando las ballenas permanezcan en la bahía, como parece que va a suceder este año, posiblemente hasta Semana Santa. El cambio climático es más que evidente!.
Estas tranquilas criaturas se observan en el Santuario de Mamíferos Marinos -establecido en 1966 para proteger en 518km2 a miles de ballenas jorobadas que anualmente migran desde las árticas aguas del norte-.
Muchas
embarcaciones a primera hora de la mañana se dirigen cargadas de turistas a
interceptarlas en sus desplazamientos por la bahía.
En
tierra, en el nuevo Observatorio de ballenas también se pueden ver sin
molestarlas pero está algo alejado.
Tuvimos
suerte y nos topamos en varias ocasiones con grupos de ellas nadando cerca de
nuestra embarcación.
Dentro
de este tipo de excursión, tras el avistamiento, entra una parada para hacer
playa durante unas horas y almorzar en uno de los varios restaurantes de Cayo
Levantado, un islote boscoso a varios kilómetros de la costa. La otra playa de
la isla es privada y pertenece al hotel Gran Bahía Príncipe Cayo Levantado (un
Todo Incluido de esos de más de 200$ la noche!!).
Otra
excursión a la que he ido ha sido al Parque Nacional los Haitises, en la Bahía
de San Lorenzo -en la costa de Sabana de la Mar-, en catamarán con más
turistas. Si quisiera hacerlo por mi cuenta me podría costar más de 300$ acompañado de un guía, aunque a mi ritmo, pero de esta manera se sale de mi presupuesto del
viaje.
Está
considerada como la excursión al estuario más grande del Caribe insular (con un
área de 740m2).
A las 9 de la mañana partimos hacia la costa de enfrente cruzando la Bahía de Samaná, y llegamos a los acantilados del Parque Nacional de Los Haitises, en la Bahía de San Lorezo donde se encuentran los Mogotes de las Aves y colinas cálcicas de hasta 500mts. de altura, que data de hace 4 millones de años (Mioceno). Toda esta zona estuvo sumergida y afloró como consecuencia de diferentes movimientos sísmicos. Luego, las lluvias, el sol, el viento y la fuerte humedad lo ha ido erosionando todo. Ha formado cuevas y mogotes por hundimiento del terreno y ha desarrollado una vegetación típica del bosque húmedo subtropical, bambúes, diferentes masas arbóreas y plantas, cuatro especies diferentes de manglar muy denso y gran diversidad de aves tropicales (110 especies de las cuales 13 son endémicas).
A las 9 de la mañana partimos hacia la costa de enfrente cruzando la Bahía de Samaná, y llegamos a los acantilados del Parque Nacional de Los Haitises, en la Bahía de San Lorezo donde se encuentran los Mogotes de las Aves y colinas cálcicas de hasta 500mts. de altura, que data de hace 4 millones de años (Mioceno). Toda esta zona estuvo sumergida y afloró como consecuencia de diferentes movimientos sísmicos. Luego, las lluvias, el sol, el viento y la fuerte humedad lo ha ido erosionando todo. Ha formado cuevas y mogotes por hundimiento del terreno y ha desarrollado una vegetación típica del bosque húmedo subtropical, bambúes, diferentes masas arbóreas y plantas, cuatro especies diferentes de manglar muy denso y gran diversidad de aves tropicales (110 especies de las cuales 13 son endémicas).
Muchas
aves hacen vida en los mogotes: Pelícanos, Tijeretas (Fragatas), Garzas, Ibis
oscuros Gaviotas...
La
oportunidad de explorar varias cuevas: la de la Línea -llamada así porque por
ahí circulaba sobre raíles el tren que transportaba cargamentos de bananas,
café, cañas, maderas.... para ser embarcadas para Europa-, donde se encuentran
diversos pictogramas de sus antiguos moradores taínos; y la Cueva de San Jorge, una enorme caverna llena de estalagmitas y estalactitas, extrañas
formaciones calcáreas producidas por los constantes goteos y algunos
petroglifos, también de los taínos.
Usaban
las raíces del manglar y colorantes naturales para pintar caras, imágenes, brujos,
animales, insectos, ballenas, escenas de cacerías, y hasta la cruz cristiana que
representaba la llegada de los nuevos invasores.
Recorrer
dentro y fuera de los cayos donde se encuentran también grandes extensiones de
manglar por toda esta costa sólo es posible con embarcación.
Los
Haitises es un enorme bosque salvaje con impresionantes fiordos profundos.
Como
solamente me faltaba caminar por el interior del Parque Nacional, y desde
Samaná no ofrecen nada de ese estilo, preferí hacerlo desde Sabana de la Mar algunos días más tarde.
Me
ha gustado la ciudad por su diseño, su malecón con sus puestos de bebidas y
comidas, con vistas a las embarcaciones locales, pescadores echando las redes,
unos mogotes con un peculiar puente peatonal -pero sólo lo pueden utilizar los
clientes del hotel Gran Bahía Principe Cayacoa-, las terrazas de la avenida La
Marina por la noche con música y cerveza económica, la seguridad y la
amabilidad de su gente.
La
vida nocturna gira mayormente alrededor de los restaurantes, centros cerveceros
y colmados que frecuentan los jóvenes que trabajan en la industria turística de
la zona (motoconchos incluidos).
Esta
ciudad también tiene su particular historia pretérita ya que cerca de 1824 dos
naves con esclavos americanos liberados arribaron a su costa. El habla de
algunos vecinos es muy curiosa ya que mezclan diversas palabras inglesas mal
pronunciadas en su jerga habitual. Testigo de este origen, es la iglesia Evangélica Dominicana S. Pedro conocida como la Churcha que todavía está en pie, junto a mi hotel.
En ella se ofician misas muy peculiares con devotos sumidos en ocasiones en
trance alabando a Jesus.
Aleluya
Aleluya!!
El 19 de marzo subí temprano a una embarcación local para trasladarme hasta Sabana de la Mar porque quería asistir a una celebración tradicional en el Valle, a 20min. en guagua.
El 19 de marzo subí temprano a una embarcación local para trasladarme hasta Sabana de la Mar porque quería asistir a una celebración tradicional en el Valle, a 20min. en guagua.
El
trayecto por mar, muy temprano, fue excelente pues no había apenas viento ni
olas, ni tampoco vimos ballenas porque no suele ser zona de paso tan al
interior de la bahía ya que la profundidad no es mucha.
Me he quedado en el modesto hotel Sabana de la Mar (500P) con ventilador y baño. Su propietario, Don José, intenta venderlo porque tiene ya 65 años y quiere comenzar a viajar como han hecho durante tantos años sus clientes. Es muy atento, servicial y amable, pero a su hotel le hace falta un buen "lavado de cara" pues está bastante desaliñado. Tiene una cocina y por las mañanas sirve un aromático café. Y también durante el día si se le cae simpático. Con más de diez habitaciones, las cinco mejores las reserva para los turistas en la planta alta. Incluso dispone de "habitaciones de contactos" en la planta baja, donde se encuentra su vivienda. Arriba tiene alguna mas desvencijadas que también suele alquilar.
Me he quedado en el modesto hotel Sabana de la Mar (500P) con ventilador y baño. Su propietario, Don José, intenta venderlo porque tiene ya 65 años y quiere comenzar a viajar como han hecho durante tantos años sus clientes. Es muy atento, servicial y amable, pero a su hotel le hace falta un buen "lavado de cara" pues está bastante desaliñado. Tiene una cocina y por las mañanas sirve un aromático café. Y también durante el día si se le cae simpático. Con más de diez habitaciones, las cinco mejores las reserva para los turistas en la planta alta. Incluso dispone de "habitaciones de contactos" en la planta baja, donde se encuentra su vivienda. Arriba tiene alguna mas desvencijadas que también suele alquilar.
Sabana
no es un destino turístico de agencias pero mantiene aún condición rural y
relajado. Todavía se siguen dando información por altavoces de alguien del
pueblo que ha fallecido o las ofertas de alguna tienda o almacén. He pasado
bastantes horas sentado en los portales de vecinos charlando despreocupadamente
y tomando café.
No
tiene playa pero sí un magnífico Parque Nacional para caminar a través de él
por algunos senderos. O visitar con la embarcación de algún pescador los
manglares y las cuevas.
Por
la tarde acudí en guagua al El Valle esperando encontrarme algo interesante, pero
simplemente celebraron el día de su Patrón, San José, con una procesión de una
decena de rancheras en las que iban montadas un grupito de niñas vestidas con
los trajes (posiblemente de las bodas de sus hermanas, primas o tías), con los cuales se habían presentado a la elección de reinas y damas de honor del pueblo.
El primer coche iba la imagen del Santo envuelto en globos azules y blancos.
Detrás, todo el pueblo junto a los párrocos de la zona seguían la procesión con música y cantos por las principales calles hasta llegar a la iglesia donde se
haría una misa en honor a San José. Y nada más. Algunos Centros Cerveceros se
mantuvieron llenos de jóvenes charlando y oyendo música hasta las tantas. Como
siempre.
Al anochecer me volví apenado por no haber encontrado algo más fascinante como esperaba. Así son ciertas fiestas de pueblo en Dominicana. El Carnaval ya pasó hace semanas. La próxima será uno muy tradicional (Carnaval Cimarrón) en Semana Santa en la costa suroeste del país.
Al anochecer me volví apenado por no haber encontrado algo más fascinante como esperaba. Así son ciertas fiestas de pueblo en Dominicana. El Carnaval ya pasó hace semanas. La próxima será uno muy tradicional (Carnaval Cimarrón) en Semana Santa en la costa suroeste del país.
Al
siguiente día, D. José que está siempre en todo me ayudó a contactar con un
guía para visitar parte del interior del Parque Nacional Los Haitises desde Sabana y
caminar el Sendero del bosque húmedo del Parque Nacional.
El
nombre de Los Haitises proviene del vocablo taíno "Ayiti", que significa
montaña, tierra áspera. Este nombre fue dado por el conjunto de pequeñas
colinas de perfil redondeado llamadas Mogotes o Cayos. Entre éstos se
encuentran pequeños valles o dolinas en donde se desarrolla el bosque. El
geosistema que compone esta región está formado por rocas de carbonato de
calcio cuya formación data del Período del Mioceno (hace unos diez millones de
años).
A las 7 de la mañana quedamos para encontrarnos con el despertar y comienzo de la vida de las aves que allí habitan. Se unió a mi Bernard un franacés que la tarde anterior se hospedó en el hotel. Pagamos 3.600P. al guía mas 100P. que cuesta acceder al Parque.
A las 7 de la mañana quedamos para encontrarnos con el despertar y comienzo de la vida de las aves que allí habitan. Se unió a mi Bernard un franacés que la tarde anterior se hospedó en el hotel. Pagamos 3.600P. al guía mas 100P. que cuesta acceder al Parque.
Fuimos
en moto hasta la entrada del Parque y desde allí comenzamos a andar el Sendero
del Bosque Húmedo durante dos horas hasta llegar al mar donde nos esperaba una
barca para llevarnos a varias cuevas.
Toda
esta área recibe una gran cantidad de agua de lluvia creando perfectas
condiciones para mantener por muy largo tiempo un Bosque húmedo Subtropical. Se
distingue por su amplia variedad de plantas, animales y aves, gran tamaño de sus
árboles, alta humedad relativa y poca infiltración solar. Este bosque alberga
más de 700 variedades de flora, entre las que sobresalen importantes
especies arbóreas junto a epifitas y trepadoras; en el estrato medio, se
encuentran árboles más bajos y arbustos, y en el sotobosque una gran cantidad de helechos. Mezclada con la vegetación natural también aparecen plantas no
nativas y cultivadas, como el Cacao, Ceibas,
Cedros, Palmeras de varias especies, Caoba, Yaya blanca, Haya..., incluyendo
cuatro tipos de mangle (rojo, negro, blanco y de botón), un ecosistema de árboles que toleran la presencia de sal en el agua que absorben sus raíces y ocupan zonas salobres, haciéndolo uno de las más altas biodiversas regiones
en el Caribe. El Manglar rojo posee especies que pueden alcanzar los 10mts. de altura y se caracteriza por tener unas raíces muy ramificadas que quedan a la vista cuando baja la marea. Los manglares atenúan la intensidad de los vientos y el golpe de las olas sobre la costa. Albergan gran cantidad de seres vivos y sus raíces sumergidas sirven de hábitat y refugio para una variada fauna de peces, mamíferos e invertebrados.
También
se encuentra la Guayiga, planta de la que se le extrae de su tallo mediante un
proceso tradicional una harina que fue utilizada como alimento por los
indígenas. En la actualidad es utilizada para elaborar un plato regional
llamado "Chola", para almidonar ropa y como veneno para ratones, debido a
que la misma es venenosa si no se sabe preparar adecuadamente. Durante
la caminata pudimos oír y ver gran cantidad de aves como palomas corniblancas, pelícanos o fragatas, entre otras.
El
paseo en barca me llevó nuevamente a
entrar en la Cueva de La Línea pero esta vez estaba vacía de visitantes. La
teníamos para nosotros solos. Que diferencia y que tranquilidad!. Pude observar
muchos mas pictogramas de los que nos habían enseñado la anterior vez.
Los
pictografías son dibujos realizados en las paredes de la cuevas por los taínos
antes y durante la invasión española. Para hacerlos utilizaban como colorantes
jugo de Jagua, la Bija, tintes extraídos de la corteza de los mangles, carbón
vegetal, así como grasa de Manatí y excremento de murciélago.
Las
cuevas de los Haitises junto a las de Borbón, Las Maravillas y las del Parque
Nacional del Este son hasta la fecha las cuevas más ricas en pictogramas del
país.
Continuamos
en barca y nos introdujimos en la Cueva de la Arena, donde hay talladas sobre
la piedra figuras (petroglifos) a su entrada, también de los
antiguos moradores taínos. Estas cuevas estaban salvaguardadas por este tipo de
escultura y se han vinculado a reencarnaciones de los espectros (divinos
guardianes). Entre los antiguos moradores circulaba la leyenda de que las almas
de los indios que usaban estas cuevas como viviendas o templos seguían vagando
por ahí y que las limpiaban de noche cuando se dejaba cualquier suciedad en
algunas de sus salas. Mas tarde las cuevas de los Haitises también fueron
refugio y almacén de pescadores de la zona, quienes guardaban sus capturas en
bloques de hielo y cubrían con cáscara de arroz para guardar la temperatura.
Por eso se encuentran cantidad de caracolas tiradas o amontonadas por el suelo
ya que también servían de alimento a los pescadores.
Ahora
hay varias galerías cerradas al público. Aquí si es más sencillo encontrarse
con sus actuales moradores: Murciélagos
y Golondrinas de cueva.
Del
techo colgaban, durmiendo, algunos murciélagos. Según sus hábitos alimentarios
pueden ser polinívoros (se alimentan de polen), frugívoros (de frutos) e
insectívoros. Esto último da lugar a que sean altamente beneficiosos al actuar
como el control de insectos. Su excremento (guano) es un excelente abono
orgánico. En esta cueva se han identificado tres especies.
Terminamos
el paseo adentrándonos por senderos de manglar hasta llegar a la estación del
Ministerio de Medio Ambiente, cerca de Paraiso Caño Hondo, tras un corto recorrido, donde se realizan las excursiones guiadas autorizadas y paseos en
embarcaciones.
El
domingo, sabiendo que muchos dominicanos acuden a las playas, y como aquí no
hay, fui en motoconcho (150P) a Paraiso Caño Hondo, a 9kms., que se
encuentra a la entrada del Parque Nacional Los Haitises, un complejo
EcoTurístico que tiene habitaciones en medio de una zona ricamente arbolada por
donde pasa el Río Jivales.
Han canalizado la aguas para que caiga en piscinas poco profundas por medio de una sucesión de pequeñas cascadas.
Han canalizado la aguas para que caiga en piscinas poco profundas por medio de una sucesión de pequeñas cascadas.
Los
visitantes pueden pasar el día en su recinto, comer, bañarse, utilizar las
hamacas que tienen dispuestas alrededor de la piscina o las mesas y sillas del
jardín. No permiten llevar música y eso es de agradecer en un país como éste que
la oyen a todo volumen en cualquier lugar. Aunque los acostumbrados gritos al
comunicarse entre ellos son inevitables!. Parece ser que cobran 100P
por usar la piscina y las hamacas, pero como tardaron en atenderme (como
siempre sucede) cogí una hamaca, puse la toalla, me acosté y pasé el día
bañándome, tomando el sol y leyendo. Nadie se acercó a mi a comprobar el pago.
Las
habitaciones son rústicas, de madera. El restaurante, a dos niveles, recibe
también a grupos organizados.
La
vuelta la hice también en concho al mismo precio.
Pues
esto es lo que he podido ver en un par de semanas por esta parte de la isla. Mi
siguiente destino será la costa S.. Pararé unos días en la playa de Boca Chica
"la playa de los capitalinos", a pocos kilómetros de Sto. Domingo.
Ahí haré el plan final del viaje. Intentaré llegar por la costa S. hasta
Pedernales, frontera con Haiti, y concluir entre Barahona y Cabral para ver
como llevan a cabo su Carnaval Cimarrón en Semana Santa.
Poco
me queda ya.